Por Lic. Enrique Jaureguis
Hace 208 años el Sur de Salta era escenario de un combate que levantaría la moral del desanimado Ejército patriota, y lo llevaría luego a las Victorias de Tucumán y Salta. Una de las localidades pujantes del Sur, evocan con su nombre ese hito histórico; Rio Piedras.
Tan significativo fue el mencionado combate, que la letra del Himno nacional argentino lo recuerda, cuando en una de sus estrofas dice: “San José, San Lorenzo, Suipacha, Ambas Piedras, Salta y Tucumán …, aquí el brazo argentino triunfó …, aquí el fiero opresor de la Patria, su cerviz orgullosa dobló.
Lo trascendental del hecho, también hizo que las autoridades nacionales, al inaugurar la línea A de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, impusieran el nombre de PIEDRAS, a la tercera estación debajo de la histórica Avenida de Mayo. Muy pocos saben el porqué de esa denominación.
Fue un combate, que duró sólo unos 20 minutos, pero representó un importante freno a los realistas, pero la principal importancia que tiene en la historia es que le levanta el espíritu al ejército del general Manuel Belgrano y le permite librar otras grandes batallas, como la de Tucumán y la de Salta».
La historia del Combate de Las Piedras comienza cuando la Junta de Buenos Aires ordena a Belgrano retroceder hacia Córdoba, y él, con un ejército sin fuerzas, ordena al pueblo jujeño que abandone el lugar, dando lugar así al Éxodo Jujeño, otro hito histórico acaecido un 23 de agosto.
En este marco, y al ver que la vanguardia realista estaba encima, Belgrano decide dar combate en Río Las Piedras, y así permitirle al pueblo jujeño poder continuar en su éxodo.
A las 14.00 del 3 de setiembre de 1812, ambos ejércitos chocaron, los patriotas fueron obligados a retroceder y, frente a esta situación adversa, se lograron reagrupar y frenar un nuevo avance adversario. Belgrano, que seguía estas acciones, mandó a ocupar toda la margen sur del Río Las Piedras e impuso pena de muerte a quien abandonara su posición, a la vez que ordenó contraatacar en un momento en que tomó desprevenidas a las tropas realistas.
En esta reacción se destacó un regimiento formado por jóvenes de Salta y Jujuy, que obtuvo un rotundo éxito, por lo que el enemigo abandonó la margen norte del Río Piedras. Los realistas dejaron en el campo de batalla dos oficiales y 58 muertos, 150 fusiles y 40 prisioneros, mientras que seis patriotas resultaron heridos y otros tres murieron.
Así relataba el General Belgrano las crónicas de lo sucedido:
Ayer (3 de septiembre de 1812) a las dos de la tarde, cargó el enemigo, en número de seiscientos hombres, con tanta furia sobre mi retaguardia, que se mezcló con ella y llegó al frente de mi posición al sud del Río de las Piedras casi a un tiempo; en consecuencia, hice lugar la artillería que se hallaba al mando del barón de Holmberg y mandé que, por el costado derecho, saliesen Don Carlos Forest, capitán del N° 1, con la parte de la División de Cazadores que tengo a su cargo; Don Miguel Aráoz, comandante 2° del N° 6, por el costado izquierdo con cien hombres de Pardos y Morenos, y la Caballería, al mando del Mayor General D. Eustoquio Díaz Vélez, con su segundo, el Teniente Coronel D. Juan Ramón Balcarce, por el centro; avanzaron todos con intrepidez, Jefes, Oficiales y Tropa, y la victoria coronó sus nobles y generosos esfuerzos poniendo en fuga vergonzosa al enemigo, quien dejó en el campo de batalla dos oficiales y cincuenta y ocho soldados muertos, y ciento cincuenta fusiles y cuarenta soldados que se hicieron prisioneros, no habiendo tenido, de nuestra parte más que seis heridos, entre los cuales el digno Don Miguel Aráoz, y muertos gloriosamente el Capitán Don Manuel Mendoza, un sargento de Húsares y un soldado.

En la localidad de Rio de Las Piedras, hay un monolito que recuerda esta histórica hazaña.
Prof. Enrique Jaureguis | Lic. en Cs de la Educación
