Miguel Angel Torrente fue dejado cesante de la Obra Social de los Jubilados sin causa alguna el pasado 9 de noviembre
Lo que para muchos argentinos fue una medida acertada y de fuerte compromiso y contenido social del Gobierno nacional para evitar los despidos y suspensiones de trabajadores en medio de la crisis económica y sanitaria por la pandemia de coronavirus, terminó por demostrar la verdadera cara de una dirigencia política cargada de resentimientos que volvió al poder con ansias de venganza y de profundizar un modelo de gestión sectario incapaz de tolerar la pluralidad de ideas en el país.
Cuando todos creían que en virtud del Decreto 761/2020, firmado por el presidente Alberto Fernández, los despidos en ámbitos laborales estaban suspendidos para mitigar los efectos de la crisis, un organismo del propio Estado decidió despedir sin invocar causa alguna a un agente administrativo que se venía desempeñando en la Ofincia del PAMI en la ciudad de San José de Metán. A Miguel Angel Torrente le comunicaron mediante telegrama el pasado 9 de noviembre; que a partir de la fecha se quedaba sin empleo.
Pero claro, hasta el momento nadie había advertido que la medida solo era aplicable al sector privado, es decir que el Estado nacional si estaba facultado para despedir trabajadores conforme lo dispone el Artículo 6° del mencionado DNU. En otras palabras las autoridades habían dejado una ventana abierta para maniobrar políticamente y así dejar cesante a gusto y piacere.
Pero lo asolutamente increíble es que cuando todos creían que este tipo de medidas eran propias del macrismo, surge de averiguaciones realizadas, en el Gobierno anterior NO SE DESPIDIÓ A NADIE, incluso habia empleados contratados por el gobierno Kichnerista y en algunos casos los pusieron efectivos (independientemente de su pertenencia política) y se respetaron a todos los empleados, incluidos los contratados. Pero en esta gestión se está viendo todo lo contrario cuando se dijo en campaña que volverían para ser mejores.
Porqué Torrente
Miguel Torrente ingresó al PAMI hace aproximadamente cinco años. Oriundo de la localidad de El Quebrachal, nadie puede desconocer su amor por la política. Es un reconocido militante de Anta que estuvo a un puñado de votos de ser el intendente de su pueblo. A decir verdad, es un dirigente de los nuevos tiempos, que no se aferra a una bandera por cuestiones dogmaticas, sino más bien dispuesto a participar en el espacio que haga realidad sus deseos de una mejor calidad de vida de los ciudadanos. Fueron esas las condiciones que llevaron a los funcionarios del PAMI -de la gestión anterior- a proponerle que se desempeñe al servicio de los jubilados.
Ahora bien. Es oportuno destacar que Torrente una vez ingresado al organismo, dejó atrás la militancia partidaria y acuñó fuertemente una suerte de militancia social al servicio de las personas de la tercera edad. Quiénes los conocen saben que es un tipo siempre dispuesto a encontrar una solución que no reconocía días, feriados ni horarios en su trabajo, para atender a los afiliados; sea en la calle, en su casa o en la oficina. Son estos los servidores públicos que el Estado necesita en organismos tan sensibles como es el PAMI.
Un despido político
El despido arbitrario, sin causa ni justificación alguna, no admite otro motivo que una decisión de política partidista. En un posteo Torrente dijo que lo echaron porque «no acepte integrar, sumarme ni trabajar políticamente para «la campora’, que es el grupo político al que el Gobierno Nacional le entrego el PAMI».
Fueron cientos los mensajes y las publicaciones de apoyo que recibió a través de las redes sociales. Pero también fueron interminables las críticas hacia el Gobierno de Alberto, aunque vaya a saber si el Presidente tiene conocimiento del accionar de La Cámpora, que dicho sea de paso; volvieron y peores. En el sur de la provincia de Salta la desaprobación de la clase política a esta medida, fue unánime.
El trabajador cesanteado agradeció a quienes le confiaron la tarea y a sus compañeros de trabajo. «Trabajar al servicio y bregando por el bienestar de los adultos mayores es una tarea que me llenó el alma y me hizo muy feliz», destacó en su cuenta de Facebook.
Miguel Angel Torrente fue despedido sin causa alguna por el Gobierno en medio de una pandemia cuando el mismo Estado llamó a no suspender ni despedir trabajadores. Quedará en la historia como un hecho vergonzoso más para la República.

