Son muchas las supersticiones que hay en torno a este pájaro de origen mágico
El pájaro fue fotografiado en un cercado de la localidad de Talavera, municipio de El Quebrachal. Se trata de una especie de ave en vías de extinción llamado Kakuy por los quechuas, Urutaú por los guaraníes y «pájaro fantasma o malaguero» en la jerga popular.

Al parecer la extraña ave ronda el lugar desde hace algunos días y según testimonios de vecinos, estuvo cantando en un paraíso que luego fue destrozado por el fuerte viento que azotó la localidad en el pasado mes de marzo.
Silvia Ibañez comentó: «yo vivo en la estación del ferrocarril y el martes a la mañana lo vi en el paraiso al lado de los baños viejos pero no me di cuenta de sacarle foto, se me pasó por alto».
Sin embargo, Analía Mercado contó: «antes del viento que nos azotó estaba posado en un gajo del pariso del patio de mi casa acá en Talavera. El viento destrozó al pobre paraiso y mi casa quedó sin techo».
Supersticiones
Son muchas las supersticiones que hay en torno a este pajarito. Como toda ave de origen mágico, su canto anuncia lluvia y es señal de disputa entre hermanos. También lleva en sí cualidades esotéricas: si canta en el techo de la casa, preanuncia muerte. Tanto en la leyenda del Kakuy como en la del Urutaú, hay una alegoría mítica: la mujer abandonada que llora el alejamiento de su compañero. El ave-mujer que con su gemido lastimero purgará eternamente una culpa moral: el Urutaú, la liviandad con que aceptó los amores de un desconocido; el Kakcuy, la perversidad de una hermana.
El kakuy es de ojos grandes y mide de 33 a 38 centímetros. Lanza un grito característico persistente que se asemeja a un lamento humano. Es un ave nocturna y de rapiña, oriunda de Sudamérica, que se encuentra en peligro de extinción en la Argentina.

Fuente Fernando Barros