El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, celebró la reapertura del país como un “primer paso” antes de avanzar con más rapidez, pero advirtió que los próximos meses serán “muy duros”


Tiendas, restaurantes e iglesias reabrieron sus puertas el lunes en Italia, en medio de cautelosas medidas para aliviar el confinamiento por la pandemia de coronavirus.

Los italianos pudieron volver tomar su capuchino matutino en los bares, aunque a cierta distancia el uno del otro, en lo que el primer ministro Giuseppe Conte admitió el fin de semana que es un “riesgo calculado” del desconfinamiento.

“No he trabajado por dos meses y medio. Es un día hermoso y emocionante”, dijo Valentino Casanova, un barman en Caffe Canova, en la céntrica Piazza del Popolo, de Roma.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, celebró, por su parte, la reapertura del país como un “primer paso” antes de avanzar con más rapidez tras casi dos meses y medio de bloqueo por la pandemia del coronavirus, pero avisó que los próximos meses serán “muy duros”.
Italia, con 225.435 contagios de coronavirus y más de 31.000 muertos desde el comienzo de la crisis el 21 de febrero, ha retomado desde hoy gran parte de las actividades comerciales del país, al constatar una contracción de la curva epidemiológica.
Desde ayer vuelven a funcionar bares, restaurantes y peluquerías, además de museos, bibliotecas o comercio minorista, aunque con medidas de seguridad para evitar eventuales focos de contagio.