Y se marchó con 20 millones… y en su estado se lo vio viajando sin preocupación

El escándalo comenzó con una publicación en redes sociales que involucra a Ezequiel Teseyra, conocido como “Tornillo”, acusado de estafar a más de 20 personas con la promesa de viajes a Brasil que nunca se concretaron. Según los denunciantes, habría recibido casi 20 millones de pesos por esos viajes inexistentes. Sin embargo, lo que más causó indignación fue la actitud despectiva que Teseyra mostró ante la situación; en uno de sus estados, compartió una foto de sus piernas durante un viaje, con el mensaje “Y aquí vamos por una temporada nueva, Camboriú 2025”, como si nada estuviera ocurriendo.

Ante la gravedad de la situación, Expresión del Sur contactó a la empresa Practur Viajes, en la que supuestamente Teseyra trabajó como vendedor de turismo estudiantil. La secretaria de la Dirección de la empresa, al ser consultada sobre el caso, aclaró varios puntos y refutó algunas de las acusaciones. Según su testimonio, el acusado había trabajado como vendedor independiente, un rol habitual en el sector de turismo estudiantil, donde los vendedores son freelancers y no están vinculados de manera permanente con las agencias.

“El señor Ezequiel Teseyra es un vendedor que ha trabajado en otras agencias. Su función siempre fue limitada a los contratos de turismo estudiantil, que en general se gestionan entre marzo y mayo. Su trabajo no tiene más implicancias, y su vínculo con Practur terminó en noviembre pasado, cuando decidió trabajar para otra agencia”, explicó la secretaria.

Según la funcionaria, Teseyra había sido recomendado por Guillermo Muñoz, quien está vinculado a la agencia Abimay Viajes, de Córdoba. Sin embargo, la empresa Practur no está relacionada con las acusaciones de estafa, ya que, según su versión, Muñoz no reunía los requisitos legales para operar en Salta, lo que sumaría otro componente a la situación de fraude.

Lo que realmente preocupa es la conexión entre Teseyra y otras agencias de turismo, como Salares Turismo, y cómo su desvinculación con Practur ocurrió en un contexto donde las irregularidades parecían multiplicarse. “A través de nuestra investigación, descubrimos que el legajo que se usó para estos fines había sido dado de baja en 2020, lo que constituye una falsificación. Esto nos lleva a pensar que ya desde esa etapa comenzaba a gestarse una maniobra fraudulenta”, agregó la secretaria de Practur.

Mientras tanto, la denuncia sigue tomando fuerza, y aunque la empresa desvincula a Teseyra de cualquier responsabilidad directa, el daño ya está hecho. Lo que se cuestiona es la indiferencia con la que el acusado se mostró en sus redes sociales, una actitud que no hace más que aumentar la indignación de las víctimas. 

Lo cierto es que, por ahora, Teseyra parece viajar a un rumbo fijo, con dinero en mano y una imagen pública que parece ignorar la magnitud de lo sucedido.