Devoción a San Francisco: cientos de galponenses peregrinaron a "La Misión"

Con una masiva convocatoria y marcada por escenas de emoción, la comunidad de El Galpón vivió este domingo una de las expresiones de fe más significativas de su calendario religioso y cultural. La tradicional peregrinación al paraje La Misión en honor a San Francisco Solano, volvió a reunir a cientos de fieles de todas las edades, que caminaron al amanecer con devoción, compromiso y un sentimiento compartido que atraviesa generaciones.

La movilización, organizada con el acompañamiento institucional de la Municipalidad de El Galpón, se celebró la misa central presidida por autoridades eclesiásticas locales. Durante el trayecto, se vivieron momentos de recogimiento, cánticos, lágrimas y abrazos entre vecinos. La emoción fue el denominador común de una jornada que —para los galponenses— no es una fecha más, es un acto de fe arraigado en la historia, la memoria y el corazón de todo un pueblo.

“Caminé por mi hijo, que está enfermo. Cada paso es una promesa que llevo en el alma”, expresó una mujer conmovida al llegar al lugar sagrado. Otra fiel, con lágrimas en los ojos, sostuvo: “Vengo todos los años, y cada vez me emociona más. No es solo por la fe, es porque acá estamos todos juntos. El pueblo se une de verdad”.

Desde horas tempranas de la mañana, se vieron familias enteras marchando con imágenes del santo, velas, bombos y pañuelos. Algunos caminaban descalzos, otros en silencio, y muchos con carteles dedicados a seres queridos fallecidos. La marcha estuvo custodiada por personal de tránsito, seguridad, salud y voluntarios, coordinados por el municipio, que también dispuso puestos de asistencia, hidratación y logística general para garantizar la seguridad de los participantes.

El intendente Federico Sacca destacó la magnitud de la jornada y el compromiso de toda la comunidad: “Esto es El Galpón. Es el pueblo caminando unido, con respeto y devoción. Desde el municipio trabajamos para acompañar este momento que ya forma parte del alma galponense”.

La misa fue el cierre de una jornada que quedará grabada en la memoria de quienes participaron. Con rezos, promesas y muestras de agradecimiento, la comunidad reafirmó su vínculo espiritual con San Francisco Solano, santo patrono que, para muchos, es guía, consuelo y motivo de esperanza.

“Esto no se explica con palabras. Se siente. Caminar por San Francisco es como volver a casa”, resumió un joven que participó por primera vez junto a su familia. Y en esa frase se resume, quizás, el sentido más hondo de la jornada...una comunidad que, al caminar junta, reafirma su fe, su historia y su identidad.