Otro F-35 se estrelló en Alaska y crecen las dudas sobre el caza más costoso

Un siniestro en la base aérea de Eielson dejó fuera de servicio a otro F-35, el caza más caro de la historia militar. La investigación apunta a fallas en el sistema hidráulico y en los sensores de software. Desde 2018 ya se registraron once accidentes en distintos países y el Pentágono enfrenta cuestionamientos sobre la seguridad y el alto costo de mantenimiento de la aeronave.

Mundo07/09/2025Por Expresión del SurPor Expresión del Sur
F-35

Un nuevo siniestro aéreo en Alaska volvió a encender las alarmas en torno al F-35 Lightning II, el avión de combate de quinta generación fabricado por Lockheed Martin y considerado el programa militar más caro en la historia.

El hecho ocurrió el 28 de enero en la base aérea de Eielson, durante un ejercicio de rutina de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Un F-35A presentó fallas en el tren de aterrizaje a poco de despegar. Pese a los intentos de corrección, el piloto debió eyectarse y sobrevivió con lesiones menores, mientras que la aeronave, valuada en casi 200 millones de dólares, se perdió por completo.

El informe preliminar de la Pacific Air Forces indicó que la falla se originó en el sistema hidráulico. El fluido, contaminado con agua, se congeló y afectó los amortiguadores del tren. Esto derivó en lecturas erróneas de los sensores de peso sobre ruedas, que interpretaron que el avión estaba en tierra cuando aún permanecía en vuelo. La información equivocada activó de manera automática un modo de software inapropiado que terminó dejando a la aeronave sin control efectivo.

El reporte también señala deficiencias en los procedimientos de mantenimiento, ya que el líquido hidráulico habría sido almacenado sin las precauciones adecuadas. Lockheed Martin había advertido meses atrás sobre riesgos similares en condiciones de frío extremo.

Antecedentes preocupantes

Desde 2018, la red internacional Aviation Safety Network registra once accidentes de F-35 en distintas partes del mundo. Entre los más graves figuran la caída de un aparato japonés en el Pacífico en 2019, con la muerte de su piloto, y el choque contra el portaaviones USS Carl Vinson en el mar de China Meridional en 2022, que dejó siete heridos.

En la mayoría de los casos los pilotos lograron eyectarse, pero las aeronaves quedaron destruidas. Los informes técnicos señalan problemas vinculados tanto al software como a componentes mecánicos y a la operatoria de mantenimiento.

El programa Joint Strike Fighter, iniciado en 1995, tuvo como objetivo unificar a Estados Unidos y a varios aliados de la OTAN bajo un modelo único de caza polivalente. Sin embargo, las evaluaciones oficiales muestran resultados por debajo de lo previsto.

De acuerdo con la Oficina de Evaluación Operativa del Pentágono, solo el 51% de la flota estaba en condiciones de vuelo en 2024, cuando se esperaba un 65% como mínimo. Al mismo tiempo, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) advirtió que el costo de mantenimiento se incrementó de 1,1 billones de dólares en 2018 a 1,58 billones en 2023.

Un futuro bajo análisis

El F-35 está considerado como el avión de combate más avanzado, con tecnología furtiva, sensores de última generación y capacidad de operar en red con otras plataformas. Sin embargo, los reiterados incidentes reavivan el debate sobre su confiabilidad y sobre la relación entre automatización y control humano en escenarios de clima extremo.

Países que ya adquirieron el modelo, como el Reino Unido, Italia, Japón e Israel, siguen con atención las conclusiones de las investigaciones. Otros, entre ellos Canadá y Finlandia, deberán valorar las limitaciones detectadas antes de desplegarlo plenamente en misiones reales.

 

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