Se jubiló en el Día de la Enfermería: 40 años de vocación y amor por la salud

Margarita Caraballo, enfermera de Rosario de la Frontera, se jubiló este 21 de noviembre, en el Día de la Enfermería, tras 40 años de servicio dedicados con pasión y vocación a la salud de su comunidad.

Sociedad22/11/2024Xiomara DíazXiomara Díaz
Margarita

Este 21 de noviembre, el Día de la Enfermería, fue especialmente significativo para Margarita Caraballo, quien, con 40 años de trayectoria en la profesión, vivió una jornada de emociones encontradas. En su último día laboral, tras haber recibido su jubilación, la enfermera experimentó una mezcla de alegría y nostalgia, ya que el reconocimiento llegó justamente en una fecha tan simbólica para los trabajadores de la salud.

“Con emociones encontradas, entre la alegría y la tristeza, pero contenta, porque justamente la profesión que tanto amo y que fue mi vida, me lleva a jubilarme en el Día del Enfermero”, expresó Margarita con una sonrisa que reflejaba la satisfacción de haber dedicado su vida a esta noble profesión. Con 23 años de servicio en una clínica y 17 más en el Hospital Melchora F. de Cornejo, Caraballo dejó un legado de compromiso y vocación, marcando una huella en los lugares donde trabajó y en la vida de quienes atendió.

Recordó con cariño a los pacientes que atendió al inicio de su carrera, como bebés y niños que hoy, convertidos en médicos, trabajan junto a ella. "Atendí a muchos niños en la clínica que ahora son colegas, y me llena de orgullo verlos desempeñar sus roles como profesionales", expresó con satisfacción.

Aunque llegó al final de su carrera en el hospital, Caraballo no tiene intención de alejarse del cuidado de las personas. “Voy a descansar un poco y después voy a seguir con la enfermería domiciliaria. La gente ya me conoce, así que seguiré en este camino”, señaló.

Margarita también dejó un mensaje a las nuevas generaciones de enfermeros. “Les digo que les guste, que la enfermería es muy linda. Cada día se aprende más y es una profesión que salva vidas, pero también es muy dura. Les recomiendo que la apliquen bien y que sigan adelante”, aconsejó a los jóvenes que hoy se están formando en este campo.

Uno de los momentos más difíciles de su carrera fue, sin duda, el trabajo durante la pandemia de COVID-19. Caraballo fue testigo de la fragilidad del sistema de salud, especialmente cuando el hospital alcanzó su límite. “Trabajé durante toda la pandemia. Nunca me dijeron que me fuera a casa. Ha sido muy duro, han muerto compañeros, se han contagiado compañeros, pero ha sido una experiencia que no voy a olvidar”, recordó con pesar. Sin embargo, se mostró agradecida por haber podido seguir trabajando a pesar de las adversidades.

Hoy, tras recibir su jubilación, Margarita se muestra contenta, aunque con sentimientos encontrados. “Estoy feliz, pero también triste, como confundida. Esta es mi casa, mis compañeros son como mis hermanos. Pero la enfermería sigue, y yo la voy a seguir acompañando de alguna manera”, concluyó.

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