"La democracia está desnuda": el crudo discurso en Metán, a 49 años del golpe

En un acto cargado de emoción y reflexión, Darío Alejandro, miembro de la Comisión de Derechos Humanos, ofreció este lunes un contundente discurso con motivo del 49º aniversario del golpe de Estado de 1976. Bajo el título "La democracia está desnuda", no dudó en desafiar los cimientos del sistema político y económico argentino, al acusarlo de ser una “democracia de papel” que beneficia a las corporaciones y margina a la ciudadanía.

El evento, realizado en la localidad salteña de Metán, fue organizado por la Comisión de Derechos Humanos y contó con el apoyo de la Municipalidad de la ciudad. En la ceremonia, además de recordar a las víctimas del terrorismo de Estado, se rindió homenaje a los detenidos desaparecidos Hilda Torres y Adolfo Palavecino. Durante el acto se leyó la hoja de vida de ambos, detallando su lucha y la violencia sufrida en manos de la dictadura, como una forma de visibilizar su memoria. La lectura de estos testimonios, cargados de dolor, recordó la importancia de la justicia, la reparación y el NUNCA MÁS.

La "espada de Damocles" de la Constitución Nacional

Darío comenzó su intervención con una crítica al artículo 22 de la Constitución Nacional, que establece que “el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución”. Según el dirigente de Derechos Humanos, este precepto, que en su momento se instauró con la intención de dar honorabilidad al sistema, hoy representa una “flagrante estafa” que ha permitido el saqueo sistemático de los recursos del país.

“Este sistema social de gobierno ha manifestado definitivamente sus colmillos”, afirmó y agregó que el artículo 22, en vez de ser una herramienta para la defensa del pueblo, ha sido “una fábrica de desigualdades”, despojando a los ciudadanos de sus defensas naturales y permitiendo que las corporaciones transnacionales saqueen los recursos naturales del país. En su discurso, lo calificó como una “suerte de cheque en blanco” que ha sido aprovechado por aquellos con poder para consolidar un sistema donde el pueblo queda indefenso.

Darío no escatimó críticas al sistema judicial y legislativo argentino, los cuales describió como obsoletos y al servicio de un “monarca”. A su juicio, el poder judicial no cumple su rol de velar por el respeto de la Constitución, y el poder legislativo ha abandonado su función primordial de legislar en favor del pueblo. En su lugar, los legisladores aprueban decretos que favorecen la concentración de poder en un círculo reducido. Esta centralización del poder, según López, es el camino hacia un sistema dictatorial.

“El sistema republicano quedó como una figura inédita, un rey sin trono, un papa sin la silla de San Pedro”, expresó, resaltando la debilidad de las instituciones republicanas, que han quedado a la sombra de los intereses de grandes corporaciones, en un sistema que explota al pueblo y favorece el saqueo de recursos.

A pesar de la crítica feroz al presente, Darío no se mostró derrotista. Rememoró un tiempo en el que, según él, existía un sistema de gobierno más igualitario, en el que la segregación y el privilegio no eran moneda corriente. Este recuerdo, dijo, sigue siendo la fuerza que motiva a continuar buscando una democracia genuina, en la que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley, sin distinción de clases ni privilegios.

Asimismo, citó a figuras históricas como José de San Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Martín Miguel de Güemes, Simón Bolívar, y Tupac Amaru, quienes lucharon por una verdadera independencia y justicia para el pueblo. En este sentido, instó a seguir luchando por la democracia por la que también murieron los 30.000 desaparecidos durante la dictadura, entre ellos se encuentran: Gerónimo Concha, Víctor Íñigo, Reinaldo Ísola, Luis López, Mario Monasterio, Orlando Molina, Pedro Núñez, José Ortega, Luis Ortega, Adolfo Palavecino, Francisco Paulovich, Roque Montenegro, Luis Riso Patrón, Luis Santillán, Federico Toledo, Juana Torres, Hilda Torres, Pedro Torres, Raúl Vaca, Hugo Velázquez, Efraín Villa, Antonio Villanueva, Vitalino Llanes, Juan C. Stasiuk, Enrique Martínez, José Lino Salvatierra, y Oscar Ramón Rodríguez.

La democracia no se limita al voto

En una de las frases más contundentes de su discurso, expresó: “La democracia no es solo el día que vas a votar, la democracia son los 365 días del año donde el pueblo debe ser gobernado para el pueblo, por el pueblo, y no para un grupito, no para acomodos”. Según el dirigente, la democracia actual está al servicio de las grandes inversiones y las corporaciones, y no cumple con la función de representar a la totalidad de la población.

Asimismo, mencionó la situación de los jubilados y los enfermos oncológicos, recordando que “un jubilado no es igual a un empresario; un enfermo oncológico que se está muriendo no es igual”. Estas palabras sirvieron como un fuerte cuestionamiento al modelo económico y social actual, que según Darío favorece a unos pocos y condena a una gran parte de la sociedad a la marginación y la exclusión. “No todos somos iguales; somos el pueblo de segunda”, subrayó.

También comparó el sistema actual con el de hace 40 años, afirmando que el país está retrocediendo en cuestiones económicas y sociales. “Las mismas redes que planteaba Martínez de Hoz, las plantea este gobierno”, señaló, haciendo referencia al ministro de Economía de la dictadura y la repetición de las políticas neoliberales que él implementó.

Concluyó su discurso con un llamado a la resistencia. “No hay que quedarse con los brazos cruzados, hay que luchar, hay que levantarse, hay que organizarnos”, instó, subrayando que la lucha por una democracia verdadera es un camino que debe seguirse por las futuras generaciones. En este sentido, destacó la importancia de volver a una democracia que sea realmente representativa, republicana y federal, para todos los ciudadanos, sin distinción.

En el acto, que también contó con la presencia de autoridades locales como el intendente José María Issa, el diputado Gustavo Dantur, y el jefe de Gabinete Mauricio Abregú, se renovó el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, valores que, según López, deben prevalecer para que nunca más se repita una tragedia como la de la dictadura.