Silencios, apellidos pesados y una avioneta: la trama que incomoda a Rosario

La caída de una narcoavioneta en Rosario de la Frontera abrió una trama donde se cruzan tierras arrendadas, apellidos con peso político y el rol del Aeroclub local, en un escenario que expone vínculos, silencios y movimientos que la Justicia ya no puede dejar pasar.

Actualidad16/11/2025Por Expresión del SurPor Expresión del Sur
Avioneta

La caída —o mejor dicho, el aterrizaje fallido por falta de combustible— de una avioneta vinculada al tráfico de drogas en Rosario de la Frontera abrió una grieta incómoda; ya no se discute sólo el cargamento ni el operativo, sino quiénes rodean la finca donde terminó la aeronave, quién manda en el Aeroclub local y qué nombres aparecen cuando se levanta apenas un poco el mantel del poder territorial.

Las preguntas, lanzadas a viva voz en El Murishow, vienen cargadas de pólvora y no son menores: ¿de quién es la finca? ¿quién la usa? ¿quién habilita que una avioneta pueda bajar en ese campo sin demasiadas trabas? Y, sobre todo: ¿a quién incomoda este tema?

La finca y un arrendamiento que apunta siempre al mismo apellido


Cuando los investigadores consultaron los registros, la propiedad figura a nombre de Mario Luque. Hasta ahí, simple. El problema arrancó cuando se lo llamó para que explicara qué ocurría en su terreno; autos entrando, hombres armados, movimientos nocturnos y una avioneta que no cayó sino que descendió con destino marcado.

Luque respondió que la finca está arrendada. En la zona, el nombre que circula como arrendatario es Emilio Argentino “Milo” Olmedo, sobrino directo de Alfredo Olmedo, divulgó el periodista Murillo. Ese solo dato reconfiguró el mapa; la sospecha dejó de ser sobre un campo aislado y pasó a rozar a una familia con peso político y económico en Rosario de la Frontera.

Saha Dietrich, antecedentes que nadie quiere recordar

El otro nombre que aparece, señalado una y otra vez por el diputado Gustavo Orozco, es Saha Dietrich, conocido en la zona y con una condena por narcotráfico que le valió dos años y medio de prisión.

orozco gEl sobrevuelo de Orozco genera una duda central: cómo se financió el operativo

Dietrich tiene tierras en el mismo corredor rural, pero no donde cayó la nave. Al exponerse la situación, el intendente Kuldeep Singh, accedió a ser entrevistado por Murishow y reconoció que Dietrich trabaja en el municipio. "En su momento tuvo una condena y la cumplió. Es una persona que conoce muy bien el manejo operativo del canchón y le di una oportunidad de trabajo, de eso trata", dijo.

No es el único. Entre los detenidos por el operativo figura un hombre apodado Ale, señalado como encargado de una finca vinculada a referentes de la política local. 

El Aeroclub y una pregunta que nadie puede esquivar

La diputada Socorro Villamayor lanzó al aire una duda que, curiosamente, nadie del entorno oficial quiso contestar: ¿Quién preside el Aeroclub de Rosario de la Frontera?

La respuesta, según distintas fuentes del ámbito aeronáutico local, apunta a “El Pelado” Lanosa, un histórico empleado de Alfredo Olmedo, lanzó Murishow en su programa. Y no es un detalle menor; Lanosa suele usar, según cuentan pilotos y socios, una camisa con el logo de Alfredo Olmedo S.A., señal de una relación laboral extendida en el tiempo.

Si el presidente del Aeroclub trabaja para el mismo apellido que aparece en el arrendamiento de la finca, el escenario se torna más que sugestivo. Y si a eso se suma que Olmedo era —hasta hace no mucho— el único referente político de la zona que tenía avioneta propia, el rompecabezas empieza a ordenarse solo.

Portada GustavoOrozco sobrevoló la frontera y exige ley de derribo para frenar el narcotráfico

Silencios que pesan

¿Por qué —plantean en el Murishow— Alfredo Olmedo guarda silencio?
¿Por qué no aclara si su sobrino es arrendatario?
¿Por qué no despeja las dudas sobre su influencia en el Aeroclub?
¿Por qué calla cuando el tema ya escaló de simple curiosidad mediática a preocupación judicial?

El eje de la polémica no es la avioneta. Es el circuito de poder que aparece cuando se indaga alrededor; fincas arrendadas entre nombres que se repiten, un aeroclub manejado por empleados de un mismo sector político, antecedentes penales que vuelven a escena y un clima local donde todo el mundo sabe algo, pero nadie quiere firmar una frase.

Preguntas que siguen en el aire

Mientras la causa avanza, lo cierto es que el episodio dejó al descubierto una trama donde política, tierra, aviación y narcotráfico se cruzan sin disimulo. Y, en esa línea, resulta inevitable volver a la pregunta que encendió la mecha: ¿La avioneta cayó por casualidad o descendió donde sabía que debía descender?

Porque en Rosario de la Frontera, más que una narcoavioneta, lo que cayó fue el velo sobre un entramado que ahora la justicia no puede evitar mirar de frente.



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