Empujé la puerta de la guardia y encontré al médico chapando con la enfermera

Pablo Saravia denunció que fue agredido en el Hospital Melchora Figueroa de Cornejo luego de encontrar al médico de guardia en una situación comprometedora con una enfermera. Sufrió fractura en la mandíbula y pérdida de una muela de juicio, y aún no recibe atención ni respaldo del hospital.

Sociedad03/12/2025Por Expresión del SurPor Expresión del Sur
Pablo Saravia

Una grave denuncia de agresión física y falta de atención médica puso en alerta al Hospital Melchora Figueroa de Cornejo de Rosario de la Frontera. Pablo Saravia, vecino de la ciudad, relató que el pasado domingo se acercó al nosocomio con dolor en el brazo. Tras esperar más de diez minutos sin recibir asistencia, decidió acercarse personalmente a la guardia.

Al ingresar, según su testimonio, encontró al médico de turno en una situación comprometedora con una enfermera. “Estaban chapando, y me exigió que saliera. Yo le pedí atención por parte de un enfermero y se enojó. Me propulsó un golpe en la mandíbula izquierda, me fracturó el hueso y se me cayó la muela de juicio”, denunció Saravia.

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Tras la agresión, el paciente señaló que el profesional le indicó que no hablara de lo ocurrido y que se retirara. Sin embargo, permaneció afuera del hospital exigiendo atención médica debido a la gravedad de sus lesiones. La policía intervino y lo trasladó a la comisaría para formalizar la denuncia. A pesar de ello, afirmó que hasta el momento no recibió notificación ni respuesta del hospital ni del sistema judicial local.

El lunes, regresó al hospital buscando atención, ya que el dolor era insoportable. Según su relato, en la primera evaluación el hospital minimizó la gravedad de sus lesiones: “Me atendió un traumatólogo y un odontólogo que me dijeron que no tenía nada”. Pero, el intenso dolor lo obligó a volver al día siguiente, cuando finalmente una médica constató la fractura y determinó que requería una operación de urgencia en Salta.

El paciente reclamó responsabilidad por parte del hospital, advirtiendo que la intervención lo mantendrá más de un mes sin poder trabajar. “¿Quién le va a dar de comer a mi hijo? ¿Quién me va a llevar un plato de comida a casa?”, cuestionó. “Aun con un yeso seguía trabajando, pero la fractura en la mandíbula me lo impide. Quiero que el médico se haga cargo de mi situación. Tengo la receta para comprar los medicamentos que me dieron el lunes y no tengo plata porque no estoy trabajando. Necesito que el hospital se haga responsable: tengo un turno, pero no quieren llevarme. Quieren que pague todo por mis propios medios y no tengo cómo”, afirmó.

El relato también incluyó la reacción de otros pacientes presentes en la guardia, quienes intervinieron verbalmente y recriminaron la conducta del médico al presenciar los hechos. Según Saravia, estas personas confirmaron que el profesional se encontraba en una situación personal inapropiada mientras debía atender a los pacientes.

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