La pulverización aérea no es recomendable como prevención del dengue

Este método no es el más efectivo y genera problemas ambientales, por lo que el control de la población de Aedes aegypti debe hacerse eliminando recipientes en desuso y controlando el saneamiento del espacio domiciliario en general.

Actualidad 09/04/2024 Por Expresión del Sur Por Expresión del Sur
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El Ministerio De Salud Pública comparte información contenida en un documento técnico sobre la inconveniencia de las pulverizaciones aéreas para prevenir el dengue, elaborado por el área de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Dirección de Enfermedades Transmitidas por Vectores, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.

Este documento comienza en su encabezado con la afirmación de que “las pulverizaciones aéreas no se recomiendan para las acciones de prevención y control vectorial del mosquito transmisor del dengue, Aedes aegypti”.

El texto completo es el siguiente:

“Frente al aumento de casos de dengue en nuestro país y ante la información difundida acerca de la utilización de aviones para el control del mosquito Aedes aegypti, desde la Dirección de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores del Ministerio de Salud recordamos que en la Argentina no está recomendado el uso de pulverizaciones aéreas como método de prevención y control del mosquito vector.

La fumigación constituye un método de control del mosquito Aedes aegypti únicamente cuando existen casos sospechosos o confirmados de dengue u otras arbovirosis. No representa un método de prevención debido a que mata únicamente a los ejemplares adultos, sin afectar a los estados inmaduros acuáticos (larvas y pupas), y no posee poder residual. Por estos motivos, en los días posteriores a la fumigación vuelve a aumentar la abundancia de mosquitos adultos, quienes no se ven afectados por la aplicación previa.

Por otro lado, las pulverizaciones aéreas presentan menor eficacia respecto a la pulverización con vehículo (ULV), método utilizado actualmente en las fumigaciones. El adulto de Aedes aegypti, a diferencia de otros mosquitos, vive mayoritariamente dentro de los domicilios y en los peridomicilios (jardines, terrazas, patios) por lo que un rociado aéreo tendrá una escasa penetración de gotas de insecticida en dichos ambientes y será menos eficaz en controlar sus poblaciones.

Las pulverizaciones aéreas generan además mayores problemáticas ambientales, dado que se realizan de forma extensiva, con muy baja posibilidad de direccionar la acción. El insecticida utilizado para el control de Aedes aegypti presenta efectos negativos sobre la biodiversidad, afectando también a otras especies de artrópodos, algunos de los cuales constituyen predadores naturales de los propios mosquitos, y a insectos polinizadores.

Desde la Dirección de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores reiteramos que el control del mosquito Aedes aegypti se encuentra enmarcado en la estrategia de Manejo Integrado del Vector, que implica un abordaje multidisciplinario y transversal. Las principales medidas de prevención incluyen:

Fomentar las estrategias de control y prevención, como eliminación de recipientes en desuso o tratamiento de aquellos no eliminables (por ejemplo, los que se utilizan para almacenamiento de agua para consumo o son estructurales de las viviendas).

Ante la aparición de casos sospechosos de dengue u otras arbovirosis, utilizar maquinarias terrestres de fumigación adaptadas para salud pública y certificadas de acuerdo con los procedimientos de control vectorial de las normas vigentes por el Ministerio de Salud de la Nación. El producto aprobado para su uso en salud pública, en el control de ejemplares adultos de Aedes aegypti, es la permetrina al 10% con antievaporante.

Impulsar campañas de sensibilización y concientización de la población para fomentar cambios conductuales a nivel domiciliario y comunitario y una percepción del riesgo asociado a dengue y otras arbovirosis”.

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