Gustavo Sáenz: "Yo no persigo un cargo, yo persigo el sueño"

Cinco años después de esta entrevista, vale la pena recordar el pasado del gobernador salteño y por qué llegó hasta donde llegó

Política 25/05/2024 Por Expresión del Sur Por Expresión del Sur
Sáenz
Gustavo Sáenz

Cinco años atrás, Mónica Juárez realizó una entrevista en el marco del ciclo "Encuentros" con el hoy gobernador salteño, Gustavo Sáenz. Durante la charla, el mandatario compartió profundas reflexiones sobre su trayectoria política, su familia y las lecciones que ha aprendido a lo largo de su vida.

Al ser consultado sobre la dificultad de haberse quedado sin un cargo político, el actual gobernador salteño afirmó que nunca sufrió por la falta de un puesto. Aunque reconoció que perder es desagradable, consideró que las derrotas enseñan mucho. “Aprendí quiénes eran mis verdaderos amigos, que la política son intereses y que cuando pierdes, el teléfono no te lo atiende nadie”.

También mencionó un episodio significativo durante su primer año de gestión como intendente, cuando publicó un tuit que causó revuelo. En el mensaje, comparaba la cantidad de saludos recibidos en su cumpleaños con la famosa canción de Roberto Carlos, "Un millón de amigos". Al reflexionar sobre esto, destacó que el año anterior solo lo habían saludado sus amigos de toda la vida.

También compartió una anécdota conmovedora sobre el día que se recibió. Aunque había planeado recibirse el mismo día del cumpleaños de su padre, finalmente aprobó su última materia dos días después, sin avisarle a nadie. Al llegar a casa, fue recibido con alegría por su familia. Sin embargo, su padre, que estaba en cama, le dio una lección invaluable. “Le dije ‘Momentito, doctor Gustavo’, y él me respondió: ‘Doctor es cualquiera. Señor tenés que ser’. Esa fue una gran verdad que me enseñó mi papá”, relató.

Al hablar de sus padres, Sáenz mostró una profunda nostalgia. Su madre falleció a los 57 años y su padre a los 62. “Los extraño muchísimo y cada vez más. Uno piensa que con el tiempo se va olvidando, pero no se los olvida nunca”, expresó con tristeza.

Recordó con cariño la voz de su madre, que cantaba muy bien, y la influencia conservadora de su padre, quien no era salteño ni peronista, sino un hombre de principios firmes. Estas memorias le han dejado un legado de valores que sigue apreciando.

Sáenz también reflexionó sobre las dificultades que ha enfrentado desde joven. “Siempre me costó todo en la vida: pelearla con la salud, con mis viejos, con la vida misma. Nunca nada me fue fácil, nadie me regaló nada”, afirmó. A pesar de estos desafíos, destacó que siempre luchó con esfuerzo y dedicación. “No fui nunca el elegido de nadie. De hecho, cuando quise ser intendente, no era el elegido, querían que sea diputado. Pero yo no busco el cargo, yo busco el sueño”, concluyó.

Con info de Voces Críticas

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