Capacitaron a personas amputadas y en silla de ruedas para mejorar su independencia

La actividad se llevó a cabo con pacientes del Centro de Rehabilitación Física, quienes formaron parte de una práctica de accesibilidad y uso del transporte público.

Salud03/12/2025Por Expresión del SurPor Expresión del Sur
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La Secretaría de Discapacidad junto al Centro Provincial de Rehabilitación Física (CEPREFIS), llevó adelante una actividad de entrenamiento en autonomía para personas amputadas y usuarias de sillas de ruedas, con el acompañamiento de SAETA, quien facilitó un ómnibus adaptado del Corredor 1.

Participaron alrededor de 30 pacientes, que recientemente fueron dados de alta del entrenamiento de rehabilitación, muchos de ellos acompañados por familiares o asistentes terapéuticos. El objetivo de la actividad fue promover la independencia en el uso del transporte público, fortaleciendo la confianza, la movilidad y el desplazamiento sin ayuda permanente.

Durante el recorrido de la unidad, los usuarios practicaron cómo subir y bajar del colectivo, cómo ubicarse de manera segura en el interior del coche y qué tipo de asistencia pueden solicitar al chofer.

La experiencia incluyó un trayecto de aproximadamente una hora por distintos puntos de la ciudad y finalizó con un agasajo.

Esta propuesta buscó, también, que el transporte pueda ser utilizado no solo para asistir a rehabilitación, sino también para participar de actividades recreativas y de la vida cotidiana.

La jornada significó un paso más en el acompañamiento integral que brinda el CEPREFIS, promoviendo independencia, confianza y participación plena en la comunidad.

Rehabilitación de personas amputadas

El taller de amputados del centro está integrado por un licenciado en órtesis y prótesis, y dos licenciadas en kinesiología y fisioterapia.

Al ingresar, cada paciente es evaluado por la médica fisiatra, quien determina su incorporación al tratamiento. Posteriormente, se inicia un mes de taller en donde se enseñan técnicas de vendaje que son fundamentales para el éxito de la terapia, hábitos saludables, higiene y actividad física. Este proceso es acompañado por nutricionistas, profesores de educación física y psicólogos, con el rol central del equipo de enfermería, responsable del seguimiento cotidiano del estado general del paciente, el cuidado del muñón, la prevención de complicaciones dérmicas y la educación para el autocuidado.

Tras esta etapa inicial, el paciente comienza el tratamiento específico, en el que se realiza entrenamiento muscular para mejorar fuerza y movilidad tras largos períodos de sedentarismo. Además, se trabaja junto al ortopedista en la preparación del pilón, dispositivo que permite iniciar la bipedestación, la descarga de peso, el equilibrio y la marcha incluso antes de recibir la prótesis definitiva. 

El proceso de rehabilitación culmina cuando el paciente alcanza independencia funcional, puede caminar con o sin ayuda técnica, subir y bajar escaleras, desplazarse por rampas, sortear obstáculos urbanos y retomar sus actividades de la vida diaria. En ese momento se considera que alcanzó su máximo nivel de recuperación y recibe el alta

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