Crece el escándalo en el sindicato químico salteño: ¿quiénes sostienen a Aybar?

En Salta crecen las denuncias contra el ex secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química, Sergio Darío Aybar, quien estuvo al frente de la organización por más de una década. Luego de ser separado del cargo el pasado 21 de marzo y tras el escándalo que generó al conocerse las millonarias transferencias desde la propia cuenta bancaria del sindicato, a miembros de la comisión directiva, ahora revelan favores a importantes industrias del sector, que operan para devolverle la conducción.

La señal de alerta se encendió el pasado 24 de mayo cuando un grupo de agremiados aseguró que la empresa Santiago Sáenz, quiso impedir la asistencia de sus trabajadores a una asamblea del sindicato. “La empresa no nos quiso dar permiso pero igual faltamos todos y nos vinimos a la asamblea”, aseguró un empleado que junto a sus compañeros protestaba frente a la sede de Almirante Brown.

En el salón del lugar y con la presencia de 20 personas, se desarrollaba una asamblea que había sido convocada por el entonces Secretario General Sergio Aybar, en teoría, habilitada para los 400 agremiados de toda la provincia. Sin embargo, todo indica que el plan pergeñado con la connivencia empresarial para evitar una mayor participación, falló. Así, al ver la concurrencia masiva que empezó a llegar, el sindicalista no tuvo mejor idea que cerrar las puertas del local dejando fuera a más de un centenar de trabajadores que con recibos y documento de identidad en mano, demostraron que mes a mes abonan la cuota sindical.

Desde ese momento quedó en claro, que el representante de los químicos había perdido el apoyo total de los trabajadores.

Resistencia y operación salvataje

La ilógica decisión de impedir que los trabajadores entraran a su propia casa en marzo del año pasado, marcó a fuego la relación entre representante y representados. En un intento por recuperar la confianza, tiempo después Aybar se presentó a dialogar con sus compañeros de trabajo pero no fue bien recibido y así en cada lugar al que se acercó. Con graves denuncias en su contra, la crisis gremial se fue agudizando y el 21 de marzo de este año una intervención de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas de la República Argentina (FESTIQYPRA), avalada por la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, lo separó del cargo.

Para normalizar la situación, se convocó a la masa sindical a nueva elección de autoridades el próximo 6 de agosto. Pero Aybar busca voltear tal convocatoria en un intento por seguir al frente de la conducción. Para lograr su objetivo buscó apoyo en Fabián Hermoso, titular de FATIQYP, y reconocido por caer preso por encabezar un esquema de asociación ilícita. La operación salvataje se completaría con la participación de un sector del Gobierno Nacional. Apuntan directamente al secretario de Trabajo, Julio Cordero. Ambos dirigentes nacionales son señalados como integrantes del círculo de Jorge Triaca, ex ministro de Trabajo de Macri.

Pero la operación no es fácil y advierten que podría tener consecuencias. Es que el actual funcionario de Javier Milei se expone a quedar pegado con un dirigente que en Salta además de haber perdido las bases hoy encolumnadas en un nuevo liderazgo, tendrá que dar explicaciones de las millonarias transferencias desde la cuenta bancaria del sindicato, a su cuenta personal y, la de otros aliados de la comisión directiva. Los extractos bancarios son elocuentes y muestran al detalle cada operación.

 

Connivencia con la Patronal

Al ex Secretario General de los químicos y petroquímicos, le llueven los reclamos. Sus compañeros de trabajo de la empresa Santiago Sáenz en Salta, lo acusan de abandono total. “Nos ha perjudicado por más de 12 años, entregando nuestros derechos a la patronal”, asegura un empleado de la firma, decidido a luchar por sus derechos.

“Por más de una década negoció el incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo, que nuclea al rubro, donde la empresa tuvo ahorros millonarios”, dijo al tiempo que agregó: “cómo es posible que este señor que dice representarnos tenga Swiss Medical mientras nosotros no tenemos ni obra social”.

El empleado dijo que no es casual que la empresa le negara el permiso para asistir a dicha asamblea. “Le conviene que siga Aybar al frente del gremio así”, dijo y al ser consultado por los incumplimientos de la patronal, brindó detalles.

El pago de horas extras se hace en negro; estamos mal categorizados, con la más baja del rubro; no se cumple con la entrega de ropa de trabajo, calzado de seguridad, ropa de abrigo para la temprano de invierno y elementos de protección personal indispensables para la actividad de riesgo que enfrentamos cada día; accidentes laborales sin denunciar a la ART, son tratados de manera personal y privada por la compañía, para evitar suba de la prima por parte de la aseguradora; no contamos con servicio médico y ambulancia, en varias ocasiones personal accidentado, enfermo o con algún problema que le impide trabajar fueron traslados en un taxi o remis común, al centro de salud indicado por la compañía; no se cumple con el suministro de leche y alimenticio; no se cumple con la provisión de medicamentos indicado; el personal que presta servicio por una jornada mayor a las 8 horas, no se le provee el almuerzo y/o cena correspondiente y el comedor con falta de Higiene, para evitar enfermedades profesionales.

Sin Obra Social

Otra situación grave y muy preocupante para los trabajadores químicos, es que en 12 años al frente del Sindicato, Aybar jamás gestionó la Obra Social del rubro con cobertura en toda la Provincia de Salta.

Sobre el particular, aseguran que “nunca le preocupó porque él cuenta con una obra social privada y cotizada, la que todo trabajar sueña Swiss Medical, para él y todo su grupo familiar”. Mientras que sus afiliados algunos no tienen obra social y otros apenas pueden pagarse una particular y la más económica del mercado.