Este Invierno es (1)

Frío, pobreza e inseguridad: José y su mamá esperan una mano solidaria en Metán

José y su madre viven en condiciones precarias en la zona del ferrocarril, enfrentan robos recurrentes y el frío invernal. Desde la comunidad piden ayuda urgente para mejorar su seguridad y cubrir necesidades básicas.

Actualidad02/07/2025Por Expresión del SurPor Expresión del Sur
Vivienda precaria

Las madrugadas gélidas del invierno en el sur salteño no afectan a todos por igual. En una pequeña vivienda ubicada en la zona del ferrocarril, en la ciudad de Metán, viven José —conocido por muchos como “Mimí”— y su madre, Marta. Ambos enfrentan condiciones extremas de precariedad, a las que en los últimos días se sumaron reiterados hechos de inseguridad.

José es un vecino reconocido por su presencia habitual en las calles del casco céntrico. Muchos lo identifican por su actitud siempre respetuosa y amigable. Sin embargo, detrás de esa cotidianeidad se oculta una realidad preocupante; carece de recursos básicos para atravesar el invierno y, además, tiene serias dificultades para comunicarse verbalmente. Aun así, y como pudo, hizo saber que en su casa volvieron a robarle.

En el último episodio delictivo, desconocidos rompieron la puerta de entrada de la precaria vivienda que ocupa junto a su madre, y se llevaron lo poco que tenían como alimentos, una ducha eléctrica, entre otras cosas. El daño material se suma a la sensación de vulnerabilidad permanente que ya soportaban.

La situación fue registrada por el periodista Matías De Santis, de Spacio TV, quien visitó el lugar para dar visibilidad a este caso. Allí, pudo constatar personalmente el deterioro del acceso a la vivienda y las condiciones en las que madre e hijo intentan sobrellevar el invierno.

Mimi

Marta, con preocupación, explicó: “No sabemos qué hacer. Nos entran todo el tiempo. Se llevaron mercadería, la leña, lo que encuentran”. La puerta, ya debilitada por robos anteriores, no ofrece ningún tipo de seguridad. José, que se expresó con gestos y algunas palabras sueltas, alcanzó a señalar lo que le habían quitado esta vez: “la ducha, frazadas… nada dejaron”.

La familia no tiene ingresos fijos ni medios para afrontar reparaciones. Viven de la ayuda de vecinos y algunas colaboraciones espontáneas. En este contexto, se solicitó la colaboración de algún herrero o carpintero que pueda contribuir con la reparación o el recambio de la puerta de entrada. También se solicitan alimentos no perecederos, frazadas y elementos de calefacción, especialmente ante las bajas temperaturas que afectan a toda la región.

Marta

José y Marta no son una excepción. Su situación refleja la de muchas otras personas en estado de vulnerabilidad, que además de la pobreza, enfrentan la inseguridad sin herramientas para defenderse.

El pedido solidario no busca grandes gestos, sino que este invierno no pase como uno más, sin que nadie mire. Que los rostros conocidos de la calle, como el de José, no sigan siendo parte del paisaje urbano indiferente.

Los interesados en colaborar pueden acercarse al domicilio donde residen o contactarse con medios locales que están canalizando la ayuda. 

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