Niños del Cuerpo Infantil de Policía llevan la Navidad a los pesebres de Metán

Mientras la ciudad se prepara para las fiestas, en la Comisaría 1ª de Metán la Navidad adquiere un sentido que va más allá de lo simbólico. A través de la denominada Navidad Azul, el Cuerpo Infantil de Policía desarrolla una serie de actividades religiosas y comunitarias que se integran al eje central de su labor: la formación temprana en valores, convivencia y responsabilidad social.

Niños y niñas que forman parte del cuerpo recorren distintos barrios de la ciudad participando de pesebres comunitarios, rezando la novena navideña y compartiendo villancicos con los vecinos. No se trata de una acción aislada ni meramente festiva, sino de una instancia que refuerza el trabajo educativo que el cuerpo sostiene durante todo el año.

La instructora del Cuerpo Infantil de Policía, Sgto. Ayte. Silvia Martínez, explicó que estas actividades forman parte de una planificación que apunta a fortalecer el compromiso social de los chicos. “La Navidad es una oportunidad para enseñar respeto, solidaridad y presencia comunitaria. Los niños aprenden que formar parte del cuerpo no es solo una cuestión de disciplina, sino también de servicio”, señaló.

El Cuerpo Infantil de Policía funciona como un espacio preventivo y formativo, donde se trabaja con niños desde temprana edad en normas de convivencia, cuidado del otro y pertenencia institucional. En ese marco, la Navidad se incorpora como una herramienta pedagógica que permite reforzar esos contenidos en un contexto cercano y comprensible para los más chicos.

Desde mediados de diciembre, la comisaría se prepara para recibir a vecinos y familias que participan del novenario, una actividad abierta a la comunidad. Allí, los integrantes del cuerpo infantil tienen un rol activo, no solo en lo organizativo, sino también en la participación litúrgica y comunitaria. “Es importante que los chicos se muestren tal como son, con respeto, con orden y con compromiso. Eso también construye confianza con la sociedad”, remarcó Martínez.

Uno de los momentos centrales es el pesebre viviente, una representación que los niños preparan como parte de la muestra anual del cuerpo. La actividad sintetiza el trabajo realizado durante el año y pone en escena valores que se promueven desde el primer día de formación; responsabilidad, trabajo en equipo y respeto por las tradiciones.

Las actividades del Cuerpo Infantil de Policía se extienden hasta el 6 de enero, fecha en la que se realiza el cierre del ciclo con la celebración de los Reyes Magos. Para los chicos, no es solo el final de una etapa, sino también la confirmación de un proceso que los acompaña en su crecimiento personal y social.

En tiempos donde la prevención y la educación temprana ocupan un lugar central en las políticas de seguridad, el trabajo del Cuerpo Infantil de Policía de la Comisaría 1ª de Metán vuelve a mostrar que la construcción de ciudadanía comienza mucho antes del uniforme. Y que, incluso en Navidad, la formación también se enseña caminando los barrios, mirando a los vecinos a los ojos y sosteniendo tradiciones que siguen teniendo sentido.