Alejandra Rodríguez: la mujer de 60 años que rompe barreras en Miss Universo

Abogada, asesora de hospital y amante del tango, busca romper barreras en un certamen históricamente asociado a la juventud.

Argentina27/04/2024Xiomara DíazXiomara Díaz
Mis Universo

Alejandra Rodríguez, una platense de 60 años, se alzó con el título de Miss Buenos Aires y ahora se prepara para competir por el honor de representar a Argentina en el prestigioso certamen de Miss Universo.

Pero Alejandra no es una típica concursante de belleza. Es abogada, asesora legal de un hospital y periodista. Además, tiene una pasión por el tango y la poesía, y comparte su vida con una gata llamada Bosque de Noruega. La coronación del título de Miss Buenos Aires, obtenido el pasado domingo, marca un hito en su vida y su carrera.

En una conversación con el canal argentino América TV, Rodríguez expresó su asombro por la repercusión que ha tenido su participación en el certamen. Destacó que este año se ha marcado un precedente histórico en la inclusión, abriendo las puertas a mujeres de todas las edades, características físicas, tallas y pesos.

El cambio en las reglas del concurso de Miss Universo, que elimina el límite de edad para las participantes y permite la participación de mujeres casadas, divorciadas, con hijos o embarazadas, ha allanado el camino para personas como Alejandra Rodríguez.

"Estoy muy feliz de estar representando este nuevo paradigma en los certámenes de belleza", afirmó Rodríguez en una entrevista con el canal argentino ElTrece.

Es un nuevo paradigma, de eso no hay duda. A sus 60 años, cuando la ley argentina permite a las mujeres iniciar su trámite de jubilación, Rodríguez se adentra en una competición donde antes no había incursionado. Antes de su participación en Miss Buenos Aires, su experiencia en pasarelas era nula, limitándose a concursos escolares en su juventud.

Rodríguez desafía los estándares convencionales de belleza y demuestra que la edad no es un obstáculo para perseguir los sueños y romper barreras. Su participación en Miss Universo no solo representa su propia historia, sino también un mensaje de inclusión y diversidad en la industria de los certámenes de belleza.

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