El árbol de papel, una especie singular que vuelve a asomar en Pizarro

En plena temporada estival, la Reserva Nacional Pizarro vuelve a exhibir la floración del árbol de papel, una especie propia del monte chaqueño–yungueño que sólo se encuentra de manera natural dentro de este espacio protegido y que sobresale por sus flores amarillas de gran visibilidad.

Actualidad25/11/2025Xiomara DíazXiomara Díaz
Arbol de papel

La Reserva Nacional Pizarro, ubicada en la zona de transición entre el Chaco Seco y las Yungas, vuelve a ofrecer en estos días una de sus postales más particulares; la floración del denominado árbol de papel (Cochlospermum tetraporum), una especie nativa que se distingue por su corteza fibrosa y por las flores de un amarillo profundo que resaltan sobre el monte.

En distintos sectores del área protegida pueden observarse manchones amarillos que delatan la presencia de estos ejemplares, cual corteza se desprende en láminas delgadas, motivo por el cual la especie recibió su nombre común. Cada temporada, la floración se convierte en un indicio del buen estado de conservación de este ambiente transicional, donde conviven formaciones propias del chaco salteño con rasgos de selva de montaña.

La Reserva Nacional Pizarro es, además, el único sitio dentro del sistema de áreas protegidas nacionales donde se registra esta especie de manera natural. Su presencia aporta diversidad a la vegetación local y constituye un punto de interés para investigadores, naturalistas y visitantes que recorren la región durante los meses de mayor actividad botánica.

El Cochlospermum tetraporum pertenece a la familia Cochlospermaceae y se desarrolla en ambientes secos, adaptándose a suelos pobres y a condiciones climáticas variables. Sus flores intensamente amarillas son uno de los rasgos más característicos y permiten identificarlo con facilidad aun a la distancia. En el noroeste argentino se lo conoce también como palo papel o árbol de papel, denominaciones que aluden al aspecto singular de su corteza.

La floración, breve pero llamativa, suele atraer la atención de quienes transitan por la reserva, ya que el contraste entre el follaje y el color de las flores genera un paisaje poco habitual incluso para quienes visitan con frecuencia la región. Para especialistas en flora nativa, se trata además de un indicador valioso sobre el comportamiento estacional de las especies propias del ecotono chaco–yungueño.

La presencia del árbol de papel en Pizarro se suma a la variedad de elementos naturales que conforman este espacio protegido, donde la biodiversidad propia de dos ecosistemas distintos coincide y ofrece un escenario de alto interés científico y paisajístico para el público general.

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