Piquete de Anta, un rincón que todavía susurra la epopeya del pasado

Este destino turístico, marcado por su impresionante paisaje serrano y rica tradición ganadera, abre sus puertas para llevar a los visitantes en un viaje a través del tiempo, revelando las huellas de su pasado y la mitología que lo convierte en una joya única en la región.

Turismo 05/01/2024 Xiomara Díaz Xiomara Díaz
Piquete de Anta
Piquete de Anta (Ph: Pal-Qui)

Enclavado en las apacibles orillas del Río del Valle, despunta Piquete de Anta como un relicario de la historia que se desliza con la corriente del tiempo. Este pintoresco pueblo, erigido sobre los cimientos del antiguo Fuerte El Piquete, comparte sus raíces con San Fernando del Río del Valle, siendo la entrada ceremonial al vasto Chaco. Remontándonos al pasado, descubrimos que desde sus tierras se lanzaron numerosas expediciones, marcando momentos fundamentales en la conquista y colonización de la región.

Durante el siglo pasado y los primeros años del presente, la Villa del Piquete ostentó el título de cabecera del departamento de Anta, consolidándose como un lugar privilegiado. No solo su belleza, anidada entre las serranías, conquistaba a los visitantes, sino que también ofrecía tierras generosas en pastos que nutrían al ganado. Las suelas, los cueros, las pieles y la curtiembre florecían como fuentes de ingreso, haciendo de esta región un enclave económico vital.

Capilla - Anta

El Piquete se convirtió en ruta obligada para el transporte de ganado diverso, convirtiéndose en la vanguardia regional. Pero más allá de sus aspectos pragmáticos, la localidad guardaba un tesoro invaluable: las antiguas imágenes del Milagro. Estos vestigios religiosos se alzaron como la columna vertebral de la mitología anteña, tejiendo magia, religión y fantasía en la trama de la supervivencia de El Piquete.

Río - Anta

El encanto de este lugar radica no solo en sus paisajes serenos entre las montañas, sino también en la travesía que nos ofrece a través de los anales de la historia. Cada rincón de Piquete respira la nostalgia de días pasados y susurra las leyendas que le dieron vida. Hoy, los visitantes pueden adentrarse en esta crónica viva a través de sus calles empedradas, testigos silenciosos de una era que aún late en el corazón de esta tierra.

Con su identidad enraizada en la conquista, la prosperidad económica y la devoción religiosa, Piquete de Anta se presenta como un destino turístico que no solo encanta con sus paisajes, sino que también narra las epopeyas que han dado forma a su esencia única. En cada callejón, en cada rincón, se teje la trama de un pasado glorioso, invitando a los viajeros a sumergirse en la historia que fluye como el Río del Valle, imperturbable y eterno.

Fuente: Pal-Qui
 
 
 

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