Un jubilado rosarino produce repelente casero para evitar el contagio del dengue

Usi Chaig, docente jubilado de Rosario de la Frontera, promueve una iniciativa para proteger a los niños del dengue, mediante la fabricación de repelentes caseros en el comedor 'Angelitos Morenos'.

Producción 11/04/2024 Xiomara Díaz Xiomara Díaz
repelentes casero
Usi Chaig, junto a los niños beneficiarios de los repelentes caseros contra el dengue en Rosario de la Frontera

En medio de la preocupante crisis sanitaria por el dengue que afecta a la región, un gesto solidario surgió en Rosario de la Frontera. El docente jubilado Usi Chaig, junto con el equipo del comedor "Angelitos Morenos", emprendió la fabricación de repelentes caseros para proteger a los niños que asisten al lugar.

El comedor, dirigido por doña Ramona y su esposo Antonio Moreno, ha sido un bastión de ayuda para más de cincuenta niños, con edades comprendidas entre uno y doce años, durante los últimos quince años. Situado en el pasaje Pastor Padilla 582 del Bº Avellaneda, conocido popularmente como "El Bajo", ha sido un refugio para aquellos en situación de vulnerabilidad.

La iniciativa de fabricar repelentes surgió del profundo compromiso de Usi con la comunidad. Según relató Antonio Moreno, uno de los principales colaboradores del comedor, Chaig siempre ha estado presente con donaciones y apoyo constante. La preocupación por la propagación del dengue motivó la creación de estos repelentes caseros, que fueron elaborados utilizando champú, esencia de vainilla y alcohol.

"Gracias a la generosidad del profesor Usi, hemos podido fabricar más de cincuenta frascos de repelente, que hoy estamos distribuyendo entre los niños que acuden al comedor", expresó Moreno.

El comedor "Angelitos Morenos" opera en condiciones difíciles, sin recibir subsidios estatales para su funcionamiento. Dependiendo únicamente de la colaboración de vecinos y comerciantes locales, enfrenta desafíos constantes para satisfacer las necesidades básicas de los niños que atienden.

Doña Ramonita, quien también trabaja en el comedor, destacó la importancia de la ayuda comunitaria y señaló las necesidades más apremiantes del lugar. "Necesitamos verduras y carne para poder seguir alimentando a estos niños. Agradecemos cualquier tipo de colaboración que pueda llegar a través de los vecinos y comerciantes solidarios de nuestra comunidad", expresó.

El comedor continúa su labor incansable, brindando apoyo a los más vulnerables a pesar de las dificultades. Aquellos que deseen colaborar pueden acercarse al pasaje Pastor Padilla 582 del barrio Avellaneda o comunicarse al 3876-47-4883.

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