El consumo de carne vacuna cae un 17,5% y alcanza su nivel más bajo en 30 años

La carne vacuna, ahora un lujo para muchos, refleja la profunda crisis económica que enfrenta el país.

Actualidad18/05/2024Xiomara DíazXiomara Díaz
Carne vacuna

El consumo de carne vacuna en Argentina registra su nivel más bajo de las últimas tres décadas, con una caída del 17,5% en el primer cuatrimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior. La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) reportó que el consumo aparente totalizó 663,4 mil toneladas res con hueso, lo que representa una disminución de 141,1 toneladas en relación con los primeros cuatro meses de 2023.

La carne, un lujo inalcanzable

En el contexto económico actual, la carne vacuna se convertió en un lujo inalcanzable para muchos argentinos. El informe de CICCRA señaló que el consumo per cápita de carne vacuna se redujo a 42,4 kilos por año en el primer cuatrimestre de 2024, un 18,5% menos que en el mismo periodo del año pasado. Esta caída histórica se debe principalmente a la disminución del poder adquisitivo, que ha impedido que los aumentos de precios se trasladen completamente a los diferentes cortes de carne.

Inflación y precios de la carne

A pesar de la alta inflación, los precios de las carnes y sus derivados fueron de los que menos subieron en abril, con un aumento promedio del 4,9%. El informe destacó que el costo promedio de los cortes vacunos, según el INDEC, incrementó un 4,7% en comparación con marzo, mientras que el precio del pollo subió un 8,2% en el mismo período.

En términos interanuales, los precios de los cortes vacunos subieron un 284,3%, con un aumento máximo del 304,8% en la carne picada común y un mínimo del 265,7% en el asado. Estas subidas fueron menores en comparación con el aumento del precio de la hacienda en pie (321,8% anual) y el incremento del nivel general de precios al consumidor (292,2%).

Impacto del poder adquisitivo

La caída del poder adquisitivo ha sido un factor determinante en la contracción del consumo de carne. CICCRA explicó que la fuerte reducción del poder adquisitivo de los asalariados, especialmente en el sector público y entre los trabajadores informales del sector privado, ha evitado que los incrementos de costos se reflejen completamente en los precios al consumidor.

El salario promedio de los trabajadores formales del sector privado aumentó un 231,7% anual, lo que implica una pérdida del 14,9% en poder de compra en términos generales y del 12,2% en términos de cortes de carne vacuna. En el sector público, el salario promedio subió un 183,7% anual y en los trabajadores no registrados solo aumentó un 129,2%. Esto resultó en una pérdida de poder adquisitivo del 24,9% y 39,4%, respectivamente, en el último año.

Esta situación de declive en el consumo de carne vacuna y la contracción del poder adquisitivo resalta una crisis que afecta tanto a la economía familiar como a la industria cárnica en Argentina, evidenciando la necesidad de políticas que aborden estas desigualdades y fortalezcan el mercado interno.

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