Cómo fue la primera procesión del Milagro en Metán hace 76 años

Fue el sábado 4 de septiembre de 1948, nueve días después de rezar el novenario que inició al día siguiente del terremoto del 25 de agosto. El padre Mir instituyó que en lo sucesivo, la procesión se realizaría en la fecha que ocurrió el sismo

Sociedad25/08/2024José Alberto CoriaJosé Alberto Coria
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Imagen ilustrativa

El miércoles 25 de agosto de 1948 la  población de Salta se despertó violentamente a las 3 de la mañana, por un fuerte sismo. El epicentro estuvo en la cuenca de Metán y fue de 7 grados en la escala de Richter. 

Esa noche, las calles estaban prácticamente desiertas y el silencio era estropeado por el caminar de algún trasnochado que retornaba de alguna cantina.

A las tres de la mañana, desde lo más profundo de la tierra, llegó un silencioso eco tormentoso que arrollaba con un crujido espeluznante, fenómeno que provocó que muchos que estaban entregados al sueño despertaran al sentir en su organismo un ligero e inexplicable malestar.

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Después, percibieron que el caer de cuadros y copas que estaban preservadas en estanterías y vitrinas; las lámparas y arañas bailoteaban; las paredes se movían; las puertas y ventanas se sacudían. Ante tremenda pesadilla los vecinos abandonaron sus viviendas y ganaron la calle, muchos de ellos solo resguardaban sus cuerpos tal cual se encontraban acostando. No había tiempo en la búsqueda de seguridad.

Las agujas del reloj de la Catedral se detuvieron a las 3 horas y 10 minutos, como un hito de una aterradora conmoción. Las campanas de San Francisco como las del templo mayor tañeron varias veces como consecuencia de los horribles sacudimientos. Se cortó el servicio eléctrico y en medio de las tinieblas la ciudad se mostraba oculta bajo de una densa nube de polvo.

A eso de las 3 y media desde los diferentes puntos se concentraban largas columnas de vecinos para acampar en los  paseos públicos o en las calles buscando algún tipo de protección. Otros peregrinaban hacia la Catedral iluminados por velas o improvisadas antorchas, de rodillas y hasta llevando una cruz de madera.

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El entonces primer arzobispo de Salta, monseñor Roberto José Tavella, dispuso que se abrieran las puertas de la Iglesia para que los pobladores ingresaran a la misma y ofrecieran sus oraciones a los santos patronos.

El 25 de agosto se suspendieron las clases en toda la provincia con el objeto de verificar técnicamente el estado edilicio de los establecimientos y, como así, los diarios no pudieron ser voceados en las calles por la falta de corriente.

El Milagro en Metán 

Con respecto a lo sucedido ese fatídico 25 de agosto en Metán, el historiador metanense Eduardo R. Poma cuenta en su libro "Historia de Metán y de la Frontera Salteña" ("Cronología 1875-2005", Sol Ediciones, Salta, 2009, págs. 290-291). 

"El 25 de agosto, a las 3,10 o 3,12 de la madrugada, se produce un movimiento sísmico que fue precedido de un ruido subterráneo y que había alarmado a los que aún trasnochaban. Un minuto después hubo un segundo movimiento y finalmente se produce el último y más intenso, que casi termina en tragedia y se prolonga por interminables 60 segundos", escribió el historidador.

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Y siguió: "La violencia del último movimiento fue comparada con el que unos años antes destruyera San Juan. Su intensidad no pudo medirse pero se estimó que alrededor de los 7 grados de la Escala Mercalli. Se determinó que su epicentro estuvo en finca 'El Rey' y fue allí donde se produjeron los mayores daños materiales y las víctimas, junto con los pequeños poblados de Estancia Vieja, Las Víboras y La Trampa. En Metán se comprobó el derrumbe de tres viviendas, la caída de cornisas y el agrietamiento de paredes y techos y en muchos inmuebles".

A esto, el historiador Poma acotó que "el día 26, el Hospital del Carmen informó que fueron atendidas numerosas personas y a las 18 horas se reunieron las autoridades, presididas por el intendente señor Ginés Álvarez, para disponer las medidas más urgentes, mientras el Gobierno de la Provincia promete ayuda a las familias de escasos recursos". (Óp. Cit.)  

La procesión del 25

El párroco José Mir relató en 1968 lo siguiente: "El movimiento sísmico del 25 de agosto, que asoló toda la Provincia, constituyó la causa dominante de las honras de veneración que la feligresía metanense viene tributando al Señor y a la Virgen del Milagro.

Pero la fatídica madrugada de ese día, ¿cómo fue?. "Recuerdo que siendo las 3,30 de la mañana un grupo de unas 20 personas, encabezado por el Dr. Alberto Caro me solicitaron que abra las puertas del Templo para orar", recordó el religioso que esta en Metán.

Y siguió: "Resulta imposible narrar el vibrante y emotivo momento que protagonizó ese núcleo de gente, de rodillas, ante las imágenes, trémulos de fervor..., que nunca olvidaré. Luego de esa improvisada ceremonia, abandoné mi Parroquia y recorrí las calles de la ciudad, comprobando el derrumbe de paredes en la Escuela Gorriti y visité algunos hogares de la Villa y el Hospital del Carmen, hasta que llegué a la parte céntrica. El terremoto había producido escenas de hondo dramatismo. El miedo y el terror que parecían pulular en el ambiente, se dibujaba en los rostros de miles de personas, que presa del pánico habían abandonado sus hogares. Hombres, mujeres y niños se apostaban en medio de las calles y plazas, temiendo la repetición del mismo".

Mir recordó que todo el pueblo se confundía en un ámbito de consternación e impotencia, formando en algunos sectores grupos que oraban en la vía pública..., conformando el espectáculo de un grandioso templo abierto ante el estrellado cielo. "Ese día 25 no se efectuaron oficios religiosos, en razón del natural ambiente de zozobra. Recién al día siguiente, en colaboración con las damas del Pro-Templo, de autoridades y otras personas, organizamos la programación de un novenario que se inició a partir de ese mismo día 26, en el salón de actos de la Escuela Belgrano".

La primera procesión

Siguiendo con el relato, Mir recordó que el novenario culminó el día 3 de setiembre y el sábado 4, que sería histórico para la vida religiosa de Metán, se llevó a cabo "esa extraordinaria primera procesión que alcanzó contornos apoteósicos". La misma salió de la Escuela Belgrano, continuó por las calles Güemes y las avenidas 9 de julio y 20 de febrero, siguiendo luego por la calle Tucumán Oeste hasta la ruta nacional Nº 34. Allí siguió hasta las proximidades de la ex finca Ancely donde, en una sencilla ceremonia, se hizo entrega de la imagen de la Virgen del Milagro, que se portaba, a otra caravana que esperaba en el lugar, procedente de Metán Viejo, quienes transportaron la imagen hasta el domicilio de la familia Bernis, que era propietaria de la misma y en donde esa noche se le rindió culto de veneración.

La extraordinaria procesión alcanzaba las 10 mil personas, que marchaban en las sombras de la noche con sus antorchas encendidas, entonando Himnos al Señor del Milagro. Finalizada la procesión, la multitud se agolpó en el interior, pasillos y calle de la Escuela Belgrano.

En tal oportunidad, anuncié que desde ese momento y para el futuro..., el día 25 de agosto quedaba instituido como fecha oficial para la celebración de esas procesiones, en acción de gracias al Señor y a la Virgen del Milagro, por haber salvado a nuestra comunidad de los efectos del terremoto, para cumplir así el pacto de fidelidad establecido". (José Mir - Diario "El Tribuno", suplemento especial del 25 de agosto de 1988).

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