El consumo de carne en Argentina está en caída libre y las exportaciones marcan récords

Las exportaciones de carne vacuna argentina han alcanzado cifras históricas, con un total de 699.987 toneladas equivalentes res con hueso exportadas entre enero y septiembre de 2024, lo que generó ingresos por 2.122 millones de dólares.

Argentina07/11/2024Por Expresión del SurPor Expresión del Sur
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Este es el nivel más alto registrado en los últimos 57 años, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía. El mercado internacional ha respondido favorablemente, con un fuerte crecimiento en destinos como Estados Unidos, Chile, Israel y la Unión Europea.

Los diez principales destinos de exportación que incluyen también a China y un nuevo jugador, México concentran el 99% de las ventas, reflejando una alta concentración en mercados estratégicos.

A pesar de los altos precios internacionales y el impacto de la crisis económica interna, la carne argentina ha mantenido una posición competitiva, aumentando sus ventas a nuevos mercados y diversificando la oferta, con cortes enfriados y congelados ganando terreno en 44 destinos.

El consumo interno de carne vacuna alcanza niveles mínimos

A pesar del éxito en las exportaciones, el consumo interno de carne vacuna en Argentina ha alcanzado un nivel histórico de 44,8 kg per cápita en 2024, el más bajo en 110 años. Este número está muy por debajo del promedio histórico de 72,9 kg, lo que refleja una tendencia decreciente marcada por la recesión económica y un cambio en los hábitos de consumo. Los argentinos, golpeados por la inflación y el aumento de precios, han optado por proteínas más económicas, como el pollo y el cerdo.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el total de animales faenados en los primeros meses de 2024 alcanzó 5.513.000 cabezas, lo que representa una caída del 8% con respecto al mismo período del año anterior. Además, la producción de carne bovina también sufrió una disminución del 8% durante los primeros cinco meses de 2024, con un total de 1,26 millones de toneladas producidas.

La caída de la producción y el impacto en la faena

La reducción de la producción de carne vacuna no es un fenómeno aislado. En 2023, el aumento de la producción debido a la recuperación de stocks provocó una caída en las existencias de ganado, que cerraron 2022 en su nivel más bajo en diez años, con 52,8 millones de cabezas. Esta escasez de ganado ha contribuido a la caída en la faena y, por ende, al descenso del consumo interno.

Un mercado interno en crisis, pero con un respiro exportador

La combinación de una menor producción, una caída en las existencias y el aumento de los precios ha reducido el consumo interno de carne vacuna, lo que coloca a 2024 como el año con el consumo más bajo de los últimos 110 años. Sin embargo, las exportaciones continúan siendo un salvavidas, alcanzando su segundo mejor registro anual desde 1990.

Con un mercado interno golpeado por la inflación, el aumento de la pobreza y la falta de acceso a la carne por parte de gran parte de la población, las exportaciones se perfilan como un motor clave para la industria cárnica. Este contraste refleja la compleja situación del sector, donde el crecimiento de la carne argentina en los mercados internacionales contrasta con la caída de su consumo en casa.

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