Comerciantes de Metán al borde del colapso por tarifazos y facturas descomunales

El incremento desmedido en las tarifas de servicios públicos está asfixiando a los comerciantes de Metán. Alejandro Caliba, propietario de la reconocida pastelería "La Negrita", expone la cruda realidad que enfrenta.

Economía 05/04/2024 Xiomara Díaz Xiomara Díaz
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Comerciantes de Metán perseveran en su lucha por mantener viva la economía local

En Metán, el escenario económico se oscurece mientras los comerciantes libran una batalla contra la imparable escalada de tarifas en servicios esenciales. Alejandro Caliva, propietario de "La Negrita", comparte la angustiante realidad que él y sus colegas enfrentan, donde el peso abrumador de las facturas de luz se torna insostenible.

"La Negrita" ha sido un pilar en la comunidad durante décadas, ofreciendo deleites gastronómicos a sus habitantes. Este negocio familiar se mantuvo firme a pesar de los vaivenes de la economía argentina, pero el 2024 les trajo un golpe devastador: una factura con un incremento desmesurado.

"Al ver la boleta, al llegar a casa esa noche, me encontré con mi madre y, sinceramente, no pude contener las lágrimas. Cuando me preguntó qué sucedía, simplemente le dije: 'Tengo que cerrar el negocio, no hay otra opción'", confesó Caliva, reflejando la desesperación.

"Tuve que tomar la difícil decisión de dejar de vender gaseosas", explicó el comerciante. "Aunque al abrir las puertas del negocio hoy, parece que estamos al borde de la quiebra. Simplemente no puedo permitirme comprar Coca-Cola, no obtener ganancias y mantener ocho heladeras en funcionamiento. Nos vemos obligados a reducir costos y encontrar estrategias para mantenernos a flote y seguir adelante. La situación es desalentadora", añadió con pesar en una entrevista en El Bueno y El Malo.

Las facturas de servicios públicos se han vuelto un peso insostenible para muchos comerciantes, que ven cómo sus ganancias se evaporan frente a tarifas exorbitantes. "En los últimos 3 meses vinimos pagando $600.000, $700.000 y $800.000, y este último mes ni la vi. Es un chiste", lamenta.

La situación se agrava con el aumento constante de los precios de los insumos. "En el rubro mío, un kilo de hojaldre vale nueve mil pesos, pero debería estar en 22.000. ¿Tengo necesidad de comer una torta? No. No tengo necesidad", reflexiona el comerciante.

"La competencia desleal de las ventas por internet también ejerce una gran presión sobre los negocios locales", señala para luego agregar: "Puedo reducir los precios, pero ya no puedo mantener el nivel de calidad con el que trabajo".

Lo que la gente hace en casa es una forma de sobrevivir, al igual que nosotros en el ámbito comercial. Estamos enfrentando una situación difícil y delicada, pero al final del día, todos estamos tratando de sobrevivir de alguna manera. Creo que eso es lo que hemos aprendido a hacer en medio de esta crisis

En medio de la crisis, los comerciantes se ven obligados a buscar soluciones creativas para sobrevivir. "Me voy a acostar y digo, che, ¿hay un tinglado que pueda alquilar? ¿Meto dos mil gallinas y empiezo?", plantea Caliva. "Tenés que empezar a ver de hacer huevos para poder hacer torta. Porque si no, no. Llegas. Todo este lío te empieza a hacer pensar cosas".

La experiencia compartida por Caliva refleja el desafiante escenario que enfrentan todos los comerciantes de Metán, atrapados entre tarifazos gubernamentales inalcanzables que ponen en riesgo el cierre de sus negocios, generando incertidumbre sobre el porvenir de sus empleados y la economía local.

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