Boleta Única, el proyecto que Milei busca aprobar después de la Ley Bases

Ya tiene media sanción en Diputados, pero debería ser aprobado antes de noviembre para aplicarse en las próximas elecciones legislativas

Política 06/05/2024 José Alberto Coria José Alberto Coria
Boleta Única

Cuando finalice la discusión en torno a la Ley Bases, que hace meses acapara el grueso de las negociaciones entre el Gobierno y la oposición y que entrará esta semana en sus fases finales del debate parlamentario, la Casa Rosada intentará avanzar con la incorporación de la Boleta Única de Papel, una iniciativa que ya tiene media sanción de la Cámara baja y que los estrategas políticos de La Libertad Avanza consideran “prioritaria” para el proyecto electoral de Javier Milei.

Más allá de la Ley Bases y de la seriedad de la crisis en la microeconomía que, por la ferocidad del ajuste fiscal, castiga con fuerza a los sectores medios y medio-bajos, un sector del Gobierno trabaja con miras al 2025. En particular, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, que tiene tanta o más influencia que el propio Jefe de Estado en la marcha de la gestión, al menos en buena parte de los temas que no se circunscriben a la economía, el rubro al que el presidente le dedica exclusividad.

¿Qué es la Boleta Única?

La Boleta Única es un instrumento de votación que muestra toda la oferta electoral de un distrito en un solo papel. El voto se hace marcando los casilleros correspondientes a los partidos o frentes electorales para cada categoría (por ejemplo, diputados y senadores de la Nación, y/o gobernador, legisladores, intendente, concejales, en el caso de elecciones provinciales).

El votante recibe en mano la boleta única de parte de las autoridades de mesa, en el cuarto oscuro -box de votación o biombo- marca sus opciones con un lápiz o una lapicera e introduce esa boleta en la urna.

¿Hay un solo tipo de boleta única?

No. En algunos casos, como el de Córdoba, una misma boleta concentra la oferta electoral total de la provincia (gobernador, legisladores, intendente, concejales, etcétera). Todo, en una sola carilla.

En Santa Fe, en cambio, el votante recibe 5 boletas identificadas por colores: la de gobernador es celeste; la de diputados provinciales, violeta; la de senadores provinciales, amarilla; la de intendente, verde; y la de concejales, roja.

Boleta Unica

En Córdoba, la boleta única muestra a las agrupaciones políticas (Hacemos por Córdoba, Juntos por el Cambio, Frente de Todos, etcétera) en vertical y a las categorías (gobernador, legislador, intendente, concejal, etcétera) en horizontal. También figura la opción de votar a la lista completa, es decir, a una misma agrupación para todos los cargos en disputa.

¿Qué ventajas se atribuyen a la boleta única?

La boleta única es una sola por cada votante y la impresión la realiza el Estado, sin la participación de los partidos políticos, que “en muchos casos suelen financiar las campañas con el dinero de las boletas” que reciben del Estado, sostuvo Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano.

Los fiscales no deben ir a chequear los posibles faltantes de boletas, porque con la boleta única en el cuarto oscuro no hay nada, y se terminarían prácticas como el robo de boletas, las roturas o las boletas truchas, dijo Secchi.

Al no tener que colocar decenas de boletas partidarias, los cuartos oscuros pueden ser más chicos o directamente boxes de votación, y no necesariamente usar un aula entera para un solo elector por vez. Esto podría agilizar el proceso electoral.

Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe en el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), subrayó que la boleta única garantiza la equidad en la competencia electoral, porque “toda la oferta electoral está expresada de la misma manera” y que “no se beneficia ningún partido político o frente electoral en particular”. 

Alejandro Tullio, especialista en elecciones y ex director de la Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior entre 2001 y 2015, indicó que la boleta única, además de ser “el único sistema que asegura la integridad de la oferta electoral”, es más económica y ecológicamente sostenible. “Debemos prestar atención a la huella ecológica de los procedimientos. No es sólo la cantidad de papel, la tinta y otros materiales no biodegradables que insume el sistema actual sino también la logística asociada, porque son grandes volúmenes de elementos que se transportan”, dijo a este medio.

Tullio también dijo que con la boleta única es más sencillo el conteo “con entre 280 y 290 boletas”, que es la cantidad habitual de votos emitidos por mesa, “que con las múltiples combinaciones desiguales” de las boletas partidarias, que se pueden cortar. Dependiendo de su diseño y su tecnología, la boleta única de papel podría ser leída con sistemas de escaneo veloces y seguros, agregó.

¿Y las desventajas?

La Argentina tiene un esquema de distribución de cargos electivos provinciales muy complejo. La Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, realiza por ley sus elecciones primarias el mismo día que las PASO nacionales. “Podríamos estar hablando directamente de afiches, del tamaño de los de la vía pública, que oficiarían de boleta única; inclusive sin contar los cargos provinciales”, dijo Facundo Cruz, politólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Torcuato Di Tella.

Al respecto, sostuvo que “en la Argentina es muy fácil crear un partido político” y que, por lo tanto, “al implementar la boleta única hay una decisión trascendental que tomar respecto de su diseño”. “¿Ponemos a todos o a algunos? Si hacemos la letra más chica, esto generaría inequidad en la accesibilidad, con particular afectación a los adultos mayores y a quienes padezcan disminución visual. La ubicación de las candidaturas en la boleta única sería por sorteo, lo que no necesariamente viene a generar las condiciones de equidad que promete este sistema. Hay una variable adicional: la fortuna. ¿El primero que aparece se lleva más votos que el que aparece al final de todo?”, planteó.

Cruz, además, sostuvo que “la boleta única no resuelve el problema de la lista sábana, que es cerrada y bloqueada, porque uno vota una lista completa y no puede elegir candidatos de una u otra lista”. “Ahora se votan listas. Con la boleta única también, eso no cambia”, aseveró.

Una aspecto negativo que cuentan los expertos es que la boleta única sólo muestra a los cabeza de lista y no a la lista completa de candidatos.

Tullio sostuvo que “cualquier transición de sistema requiere tiempo y progresividad”, pero que se trata de “costos aceptables”. Cruz afirmó que una reforma del sistema de votación “debe estar acompañada de otros cambios no visibles de la política para que la boleta única tenga sentido”, entre ellos, “el reconocimiento de los partidos políticos”. “Hoy, con 5 distritos se puede presentar una candidatura presidencial. Es un quinto del país. La boleta única se supone que viene a resolver problemas pero puede llegar a potenciarlos y a generar problemas que actualmente no tenemos”, aseveró.

¿Dónde funciona la boleta única para cargos provinciales? 

De los 24 distritos en que se divide el país, la boleta única -tanto de papel como electrónica (es decir, con la oferta electoral en una pantalla)- se implementa en Santa Fe, Córdoba, Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Mendoza se sumó recientemente, con una ley aprobada por la Legislatura. En CABA, por la sanción del Código Electoral porteño en 2018, está legislada la boleta única con opción a utilizar boleta electrónica con respaldo de papel, como ya se había utilizado en elecciones anteriores. Zovatto y Tullio señalaron, además, que la boleta única se utiliza en la mayoría de los países de América latina y el mundo, más que la boleta partidaria.

El proyecto de Milei

Para el Gobierno la implementación de la boleta única adquiere además una creciente importancia de cara al 2025 en el proyecto de Milei de engrosar los bloques libertarios en el Senado y en Diputados, para tratar de darle impulso a sus “miles” de reformas, porque impacta de lleno no solo en un rubro costoso como el de la impresión de boletas si no en la fiscalización, cuya logística se lleva buena parte del financiamiento negro de las campañas. El año pasado, estuvo a cargo de Karina Milei. El PRO debió lidiar con ella y los dirigentes dedicados a esa rama que tuvo fuertes chispazos internos.

Con información de Chequeado

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