Periodista de Metán descalificó a una colega por “escribir como maestra”

El comentario de Adrián Quiroga fue parte de una seguidilla de agravios contra una trabajadora de prensa de este medio, quien escribió recientemente una nota sobre el conflicto público que el comunicador mantiene con su colega Rodrigo García

Sociedad20/05/2025José Alberto CoriaJosé Alberto Coria
Maestra

La violencia simbólica también se expresa con ironías. Eso quedó en evidencia luego de que el periodista Adrián Quiroga, conductor del programa radial El Bueno y el Malo, apuntara contra una periodista de Expresión del Sur y se burlara de su forma de redactar: “escribe como maestra”, dijo en tono despectivo.

El comentario fue parte de una seguidilla de agravios contra una trabajadora de prensa de este medio, quien escribió recientemente una nota sobre el conflicto público que Quiroga mantiene con Rodrigo García, periodista electo como diputado provincial. En lugar de cuestionar el enfoque con argumentos o discutir el contenido, el comunicador optó por desacreditar el estilo de redacción de la autora, y hasta puso en duda su legitimidad como periodista por no tener título universitario.

adrián quiroga¿Qué le pasa?

Sin embargo, más allá del ataque individual, hay una idea de fondo que merece ser revisada: ¿desde cuándo escribir “como maestra” es un insulto? ¿Qué revela ese comentario sobre la mirada que se tiene del oficio periodístico y del rol de las mujeres en los medios?

La trinchera del desprecio

Lejos de ser un hecho aislado, el gesto de menosprecio forma parte de un estilo que hace años se sostiene en la radio metanense: la descalificación personal como mecanismo de poder. Cuando se acaban los argumentos, aparecen las etiquetas, las burlas, el tono paternalista. Y todo, muchas veces, revestido de un aire de superioridad intelectual o moral que sólo agrava la falta de respeto.

La frase “escribe como maestra” podría sonar inocente en otro contexto. Pero en este caso fue usada para desacreditar, con la clara intención de disminuir el valor del trabajo escrito y de quien lo firma. Y no casualmente, la descalificación recae sobre una mujer joven que trabaja, investiga y escribe, sin deberle nada a nadie.

¿Quién define qué es escribir bien?

El periodismo tiene muchos estilos. Algunos más floridos, otros más sintéticos; algunos más técnicos, otros más populares. Pero todos valen si respetan las bases: veracidad, claridad y respeto por el lector. En todo caso, que alguien se exprese con lenguaje claro, con ideas organizadas y bien puntuadas -como lo haría una buena docente- debería ser un mérito, no una ofensa.

Porque si vamos a hablar de lenguaje, sería más productivo poner la lupa sobre quienes hacen del micrófono un espacio de insulto diario, de denuncias sin pruebas, de operaciones políticas encubiertas y de manipulaciones disfrazadas de opinión.

Detrás del insulto, una idea de poder

Cuando un periodista usa su plataforma para descalificar a otro -y más aún, a una mujer- por cómo escribe, por no tener un título específico de la actividad, o por ejercer su trabajo desde otro medio, lo que se intenta es marcar territorio. Es un modo de decir “acá mando yo”. Pero ese tiempo ya pasó.

En Metán hay nuevos modos de hacer periodismo. Más humildes, más colectivos, menos egocéntricos. Y sobre todo, menos violentos. 

Desde Expresión del Sur reafirmamos nuestro compromiso con el respeto, la libertad de expresión y el derecho a ejercer el periodismo sin amenazas ni menosprecios. Creemos en un debate de ideas sin agravios, en la pluralidad de voces y en el crecimiento profesional que no se mide sólo con diplomas, sino con valores.

Las agresiones personales, el ninguneo por género o formación, y los intentos de censura encubiertos bajo la crítica, no nos van a correr del lugar en el que estamos: el de informar con respeto, firmeza y responsabilidad.

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