Entre lágrimas, una mujer denuncia abandono médico en el hospital de González

Gloria Sosa (48), vecina del barrio San Cayetano, enfrenta una desesperada batalla por acceder a una cirugía que mejore su calidad de vida, sumida en un calvario de negligencias y falta de respuestas por parte del sistema de salud local.

La lucha de Gloria comenzó el año pasado cuando se le diagnosticaron cálculos en la vesícula. Desde entonces, ha solicitado una cirugía que no fue concretada, a pesar de su deteriorado estado de salud. En agosto del año pasado, los dolores abdominales la llevaron frecuentemente a la guardia del Hospital local, marcando el inicio de una odisea que parece no tener fin.

Gloria compartió su experiencia con Laventanainfo de Anta, expresando su frustración ante la falta de atención médica adecuada. "Empecé a ver diferentes médicos, como el ex gerente el doctor Acuña, planteando que me solucionen el problema porque los dolores eran fuertes y cada vez comía menos", relató. A pesar de sus súplicas, solo recibió recomendaciones de dieta y pastillas, prolongando su sufrimiento.

La situación se complicó aún más cuando le exigieron una serie de estudios, análisis, ecografías y hasta un electrocardiograma, algunos de los cuales debió costear de manera particular. La posibilidad de una endoscopia se convirtió en una carga económica insostenible para Gloria, madre soltera, que veía cómo su salud se deterioraba mientras se le negaba la intervención necesaria.

La vecina, visiblemente afectada, compartió detalles sobre su estado actual: "Desde que empecé con esto, bajé casi 11 kilos, me alimento solo a base de té porque mi estómago no me recibe comida, todo lo vomito". Con lágrimas en los ojos, añadió: "Siento que estoy débil, me caí varias veces, ahora sí siento miedo. Tengo dos hijos menores y uno es autista. Siento que están haciendo un abandono de persona conmigo, yo necesito ayuda. Si no me van a solucionar aquí, que me deriven. Si me llega a pasar algo, la culpa la tendrá el hospital".

Gloria solo pide una oportunidad para recuperar su salud, enfrentándose a un sistema que parece haberla abandonado. Su débil voz resuena como un llamado de auxilio, exigiendo respuestas y acciones concretas antes de que sea demasiado tarde.