Cargnello: "La Iglesia no es dueña de todo, está para servir a quienes necesitan"

El arzobispo Mario Cargnello, durante la celebración del Milagro en Salta, llamó a confiar en Dios y subrayó que la Iglesia no debe actuar como dueña de todo, sino estar al servicio de quienes más lo necesitan.

Actualidad14/09/2024Xiomara DíazXiomara Díaz
Monseñor

En el marco de la celebración de la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen del Milagro, el arzobispo Mario Cargnello brindó un mensaje de fe y reflexión durante la ceremonia que se llevó a cabo en la Catedral de Salta. Conmovido por la presencia de miles de fieles que se congregan cada año para las festividades del Milagro, el prelado destacó la importancia de mantener la Iglesia como una institución al servicio de la gente.

Cargnello recordó el lema de este año, “Milagro, Iglesia Eucarística de encuentro y oración”, subrayando que en estos tiempos difíciles “fortalecidos a la luz de la fe, seamos testimonio de esperanza del resucitado”. La festividad del Milagro, que atrae a miles de peregrinos de distintos puntos de la provincia y del país, es una oportunidad única para renovar el espíritu de comunidad y servicio.

En su homilía, el arzobispo hizo un llamado a la sociedad a no excluir a Dios de la vida social, señalando la importancia de la Iglesia en el acompañamiento del pueblo. “No queremos un manejo de la Iglesia como si fuera la dueña de todo, la Iglesia defiende y está al servicio de la gente que necesita. La hora de la Patria es desafiante y confiemos en la guía de la Virgen hacia un desarrollo humano y para todos”, manifestó con firmeza.

Cargnello también enfatizó la enseñanza de la Virgen del Milagro, llamando a la responsabilidad social y a la solidaridad entre hermanos. “Confiar siempre en Dios y hacernos cargo del hermano. Cuando Dios nos pone en un lugar de mayor responsabilidad, hay que hacer el bien y ayudar, construir justicia social”, afirmó, destacando la necesidad de compromiso en estos tiempos de adversidad.

La ceremonia estuvo marcada por la emotividad de los fieles que, con profunda devoción, acudieron a la Catedral para agradecer y pedir por sus intenciones. Las imágenes de los peregrinos, algunos de los cuales recorren largas distancias a pie, son conmovedoras y reflejan la fe y esperanza que caracteriza a esta celebración. Salta, una vez más, se viste de fervor y agradecimiento en honor a la Virgen del Milagro, en un momento clave para la Iglesia y el pueblo argentino.

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