EDITORIAL | "La indiferencia nos duele"

"La indiferencia ante el sufrimiento animal refleja un problema más grande que nos concierne a todos. El caso de Puca, atropellada y abandonada en Apolinario Saravia, es solo una muestra de cómo muchos siguen mirando sin involucrarse, sin asumir responsabilidad. Es hora de hacer un cambio."

Opinión16/01/2025José Alberto CoriaJosé Alberto Coria
MALTRATO ANIMAL

El maltrato animal es una de esas realidades sombrías que nos afectan a todos. Cada vez que leemos o escuchamos una historia de crueldad hacia un ser indefenso, nos enfrentamos a una cruel evidencia de nuestra sociedad: la falta de empatía, la indiferencia, la desconexión de lo que significa ser verdaderamente humano.

Lo ocurrido recientemente en Apolinario Saravia es solo una muestra más de esta violencia. Una perrita, llamada Puca, fue atropellada por una camioneta gris, arrastrada por la fuerza del impacto, y luego dejada abandonada en plena vía pública, sin que el conductor se detuviera a brindar ni siquiera un mínimo de ayuda. El animal, gravemente herido, con órganos expuestos, fue encontrado por una vecina que, indignada, llamó a la policía e instó a revisar las cámaras de seguridad.

atropelladoAtropelló a una perrita, la arrastró y huyó: buscan al conductor de la camioneta gris

Es importante resaltar que, aunque cualquier persona podría sufrir un accidente y atropellar a un animal, lo que distingue este caso de muchos otros es la actitud posterior: el acto de huir sin asumir responsabilidad, de no brindar ayuda, de abandonar a un ser vulnerable en una situación crítica. La falta de humanidad mostrada por el conductor de esa camioneta no solo es un acto de crueldad, sino también de completa indiferencia hacia el sufrimiento de otro ser vivo.

Lo más preocupante, sin embargo, no es solo el irresponsable comportamiento de quienes maltratan o abandonan a los animales, sino la falta de conciencia colectiva sobre el maltrato en general. Es común ver cómo, en situaciones como la de Puca, hay quienes se quedan mirando, indignados, pero no dan el paso para intervenir, para ayudar, para comprometerse. La vecina que denunció lo sucedido en Apolinario Saravia expresó con claridad lo que muchos piensan: “todos vienen a ver lo que pasó, pero nadie se compromete”. Esta falta de compromiso comunitario, la ausencia de una verdadera cultura de respeto por los derechos de los animales, es un reflejo de una sociedad que necesita urgentemente revisar sus valores.

Este caso nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como individuos y como sociedad. El maltrato animal no debe ser tolerado en ninguna forma, y aquellos que cometen actos de crueldad deben ser identificados y responsabilizados. La ley y la ética nos exigen una postura activa ante estas situaciones. No basta con ver, condenar en voz baja, y seguir con nuestras vidas. Es hora de involucrarnos, de proteger a los animales, y de luchar por un trato digno hacia todas las criaturas que comparten este mundo con nosotros.

Hoy más que nunca, necesitamos mostrar que la empatía no tiene fronteras. Si no somos capaces de defender a aquellos que no pueden defenderse, ¿qué nos queda como sociedad? La indiferencia es la gran enemiga de la humanidad. Es momento de dar un paso al frente, de ser parte del cambio, de exigir justicia para los que no tienen voz, y de construir, desde nuestra conciencia individual, un futuro más justo y compasivo para todos los seres vivos.

Por José Alberto Coria | Director de Expresión del Sur

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