Metán, “La Nueva Esteco”

Los pueblos del sur salteño tras la desdichada y desaparecida ciudad de Esteco

Opinión 15/08/2023 Lic. José Eduardo Poma
Lic. Eduardo Poma
Lic. José Eduardo Poma

Después de los fuertes sismos que comenzaron el 13 de septiembre de 1692, que destruyeron completamente a Talavera de Madrid, conocida comúnmente por Esteco, y que suscitaran el culto al Señor del Milagro en la ciudad de Salta, los sobrevivientes de aquella población se refugiaron en Metán, pueblo y fuerte que había fundado el gobernador del Tucumán don Alonso de Mercado y Villacorta en 1666. Por esta razón nuestro pueblo comenzó a ser conocido, durante el siglo XVIII, como “La Nueva Esteco”.

En el tomo IV de la Historia Argentina dirigida por Roberto Levillier, página 1.638,   podemos ver la carta (del Archivo de Indias) que el gobernador don Juan de Zamudio dirige al Rey, en 1705, que dice lo siguiente: "…y con este destrago (sic) pasaron los pobres habitadores a un paraje que se llama Metán a una estancia de un pobre vecino a donde se recogieron... ". Y agrega Levillier "Pocos años después, el mismo Gobernador Zamudio sacó algunos vecinos de Metán porque se enfermaban de coto, y los llevó siete leguas más al sur a formar el Fuerte de Nuestra Señora del Rosario, que es el origen oficial del actual Rosario de la Frontera. Este Fuerte empezó a llamarse aun en los documentos oficiales, Rosario de Esteco, y el primitivo pueblecito de Metán de los exiliados de la ciudad desaparecida, también se llamó muchas veces Esteco, prevaleciendo al fin el de Metán. Durante el gobierno de Urizar ambos fuertes fueron reforzados por que los indios arremetían a Metán y Rosario".

La enfermedad del "coto"

Este fuerte de Nuestra Señora del Rosario había sido reconstruido en 1699 por el citado gobernador  Zamudio, el que en carta al Rey Felipe V, fechada en Córdoba el 22 de mayo de 1702, decía: "Metán, en donde los pobres habitadores huidos de Esteco se habían refugiado, era un lugar indefenso e insalubre por sus aguas que los enfermaban de unos tumores grandes en la garganta llamados coto; por lo que decidí trasladarlos siete leguas más al sud; en un lugar de buenas aguas y tierra de pan llevar, construyéndoles para su defensa el Fuerte del Rosario, labrado en abobe de 500 varas en cuadro (417,95 m.), con dos baluartes los muros medían de alto 4,5 varas y el resto 3,5 varas ". Y agregaba el Gobernador "…al Fuerte lo construí a mi costa y allí, dejé una plaza de 32 hombres con armamentos para su defensa y 600 caballos". Esta última información la hizo Zamudio desde Buenos Aires en 1705. Por esta razón los rosarinos ponen el año 1699 como el inicio de su historia. Esta fortificación, llamada también "Fuerte y Castillo del Rosario de Esteco", fue trasladada en 1710 al actual departamento de Anta, por orden del gobernador don Esteban de Urizar y Arespacochaga, cambiándosele el nombre por el de San Esteban de Balbuena. Los restos del fuerte del Rosario fueron quemados, aunque la población civil siguió residiendo en el mismo lugar, que luego pasó a ser "La Frontera del Rosario".

Sobre el problema de la falta de yodo en las aguas del Noroeste, podemos agregar que no se solucionó hasta bien entrado el siglo XX, por lo que salteños y jujeños se apodaban mutuamente de "cotos". 

Pero antes de su traslado a Rosario, los refugiados ayudaron a reconstruir el fuerte de Metán, lo que les permitió rechazar un malón de mocovíes del “Chaco Gualamba”. Así lo dice el mismo gobernador Zamudio en la carta de 1705: "…habían formado una mediana defensa de palizada, con la que pudieron defenderse heroicamente de una acometida de 500 naturales, en época del gobernador Martín de Jáuregui” (alrededor de 1695).

Esteco: un nombre maldito

Posteriormente, cuando se popularizó a leyenda de la maldición que pesaba sobre Esteco, los pobladores de Metán no querían que se lo llamara "la Nueva Esteco”. Sin embargo, este nombre fue rescatado para dárselo a una estación del ferrocarril, llamado en ese tiempo Central Norte, la que estaba situada a mitad de camino entre Metán y El Galpón, aunque la fatalidad siguió persiguiendo a este nombre y alimentando la leyenda. Esto ocurrió cuando un pavoroso incendio borró del mapa a la Estación Esteco, quedando ese lugar totalmente deshabitado hasta el día de hoy.

Este luctuoso accidente ocurrió en la noche del 5 de julio de 1975, cuando en un tren con 38 vagones tanque cargados con petróleo de Caimancito, que se acercaba a la bifurcación de las vías cercana al puente sobre el río Conchas, se produjo un corte que dejó libre 35 vagones. Estos, favorecidos por la pendiente, tomaron gran velocidad y se estrellaron con otra formación de 36 vagones también cargada de petróleo, que esperaba vía libre en la Estacion Esteco.

esteco

El incendio que se produjo fue de proporciones dantescas, iluminando la noche en muchos kilómetros a la distancia. Numerosas personas murieron en esta tragedia, entre el personal ferroviario y pescadores que viajaban en el furgón de cola del tren desbocado. Sólo se salvaron los que lograron correr en contra del viento que soplaba desde el norte. Se pueden ver hasta hoy los rieles retorcidos por la altísima temperatura del incendio, que puso fin una vez más a la desdichada y “maldita” Esteco.

Autor: Lic. José Eduardo Poma

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